Ya va quedando menos para la media maratón de las vías verdes, y ahí voy poniéndome poco a poco en forma y con ganas de afrontar este nuevo reto; no es la maratón, pero lo disfrutaré casi o incluso más que la propia maratón, ya que para esta cursa sí que me veo preparado. Las circunstancias no han querido que corriese la maratón, pero bueno, el mundo no se acaba por no correr una maratón; hay que tener la cabeza muy buen amueblada, y lo que yo creía que me ayudaría a centrarme y a prepararme bien me ha pasado factura y no me ha ayudado a centrarme. Y lo que siempre he dicho en montones de entradas de este blog, para correr una maratón no sólo hace falta tener buenas piernas, sino que la cabeza hay que tenerla muy centrada, y hay que saber concentrarse para poder afrontar los 42,195 Km. y yo, pues como que no estaba para ese reto, esta vez no, así que afrontaré la mitad del recorrido y podré afrontar la distancia disfrutando al máximo.
Sé que tenía que haber escrito una entrada la semana pasada, pero últimamente estoy bastante vago para ponerme a escribir. Lo que sí que puedo decir es que no he seguido al pie de la letra el plan de entrenamiento, ya que entre medio he hecho una ruta en bici y un ascenso al Matagalls (1697 metros sobre el nivel del mar), con un desnivel en ascenso de 800 metros. Así que voy a explicar un poco por encima cómo han ido estos "entrenamientos" variados y las consecuencias que han llevado, porque claro, uno está acostumbrado a un tipo de entrenamiento, y en cuanto lo varía haciendo otras cosas el cuerpo se resiente con las dichosas agujetas, y luego hay días en los que no se puede salir a entrenar.
La semana pasada comenzó la cosa bien, haciendo mis entrenamientos, aguantando las series con bastante dignidad. Pero el viernes de la semana pasada me dio por hacer una ruta de unos 30 kilómetros en bici con mi sobrino por el Prat, vamos haciendo la ruta que tantas veces he hecho corriendo preparándome las tiradas largas, pues esta vez lo hice en bici. Si hay una cosa que me pasa a mi con la bici, es que mil veces digo que voy a ir tranquilo, pero empiezo a pegarle a los pedales y ya no veo nada. Con lo que al día siguiente pasa lo que pasa, que intento salir a correr y a los 500 metros tengo que parar porque no hay manera que las piernas me respondan. Suerte que ya conozco muy bien mi cuerpo y que esto es una carrera de fondo, que requiere mucha preparación, y hay que conocerse bien el cuerpo, y si hay algún día que no se puede pues no se puede, porque sé de sobras que cuando llegue el día clave lo daré todo y la motivación va al 200%. Eso sí tampoco hay que dejarlo todo el rato, porque sino acabaría haciendo la cursa arrastrándome, y eso tampoco es plan.

Así que con esta variación se acabó el entrenamiento de la semana pasada y esta semana el entrenamiento comenzaría con una motivación extra, hacer una excursión al Montseny subiendo al Matagalls. Mi primo Juan Carlos me dijo que se iba a hacer una ruta por el Montseny de unos 14 kilómetros, me propuso irme con él, así que yo no me lo pensé ni dos veces, y el lunes me cogí el coche con dirección al Montseny. Siendo motivación extra un día entre semana, con lo que gente prácticamente ni habría (en toda la ruta sólo nos encontramos a una pareja en el pico, y luego en la bajada nos encontramos a dos chicas con tres perros, y ya está).


La ruta comenzaba en el hotel Sant Bernat (a unos 15 kilómetros de Sant Esteve de Palautordera), a partir de ahí comienza un duro ascenso de cuatro kilómetros y 800 metros de desnivel, con tramos en los que había casi que escalar por la roca, venciendo escalones naturales de bastante altura, superando tramos de vegetación muy espesa, y tramos de niebla densa, frío y viento; sobretodo al llegar al pico del Matagalls; claro allí, sin vegetación alrededor, con viento y mucha niebla, prácticamente acabé con las manos congeladas. Pero a quien realmente le gusta caminar, hacer rutas por la montaña y correr, cuando pasa por todos estos contratiempos, la satisfacción de haber conseguido el objetivo de coronar la cima es sensacional. El llegar hasta la cima lo conseguimos gracias a unas marcas un poco curiosas que había por el camino; la gente para hacer que otros no se pierdan han usado el método "pulgarcito", dejando montañitas de piedras por el camino, para que el resto de gente no se pierda.

Después de la dura subida, ya cualquier cosa que viniese después no era nada; por suerte a medida que íbamos bajando la congelación e insensibilidad de las manos fue desapareciendo, llevando a continuación un descenso de unos 10 kilómetros precioso, con unas vistas espectáculares, unos árboles preciosos y si además se mezcla con la niebla da la sensación de película. Vamos una pasada de recorrido. Lo malo, es que cuando estábamos comiendo a medio descenso se nos puso a llover, y el final del camino lo hicimos con una llovizna, por suerte suave; aunque eso no fue nada comparado con el sufrimiento del ascenso. También he de decir, que gracias a la buena compañía y al apoyo mutuo "vam aconsseguir fer el cim". En el siguiente enlace quien quiera puede hacer esta maravillosa ruta. http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=15125403
Claro, tanto esfuerzo pasó factura en mi cuerpo, y tanto martes como miércoles estuve que casi ni podía moverme por culpa de las agujetas; con lo que los entrenamientos de ambos días no los pude hacer, y aquí fue donde cometí un pequeño error. Al haber estado dos días sin salir a correr, aproveché el jueves para también descansar (que era así como lo marcaba el plan de entrenamiento), cuando realmente tenía que haber hecho dos días de entrenamiento. Pero decidí esperarme al viernes y hacer los entrenamientos tal y como me había propuesto en mi plan de entrenamiento; haciendo 11 kilómetros el viernes, 10 kilómetros el sábado y 19 kilómetros hoy domingo. Los entrenamientos de viernes y sábado los hice a la perfección, pero hoy ya me ha pasado todo factura y a los 12 kilómetros he tenido que parar el entrenamiento porque ya no podía más. Si hubiese hecho jueves y viernes el entrenamiento, descansando el sábado, estoy seguro que hoy habría podido cumplir con creces el entrenamiento; pero ha sido mucho tute para mi cuerpo esta semana, así que espero que la semana entrante vaya mejor y no haga "variaciones" de entrenamientos, llevando a cabo los descansos pertinentes y disfrutándolo al máximo, que es lo que toca. Con lo que la semana que viene ya explicaré si todo ha vuelto a la normalidad, que la media se me echa encima y la quiero disfrutar, que sé que lo haré.

Saludos y a dejarse llevar por las piernas.