viernes, 28 de octubre de 2016

Alea jacta est

Alea jacta est, o lo que es lo mismo, la suerte está echada. Se acabaron los entrenamientos antes de la media maratón, y lo que tenga que ser pues será. Ya no hay marcha atrás, ya no me puedo arrepentir, y que ni se me ocurra. Ahora sólo me queda pensar en el domingo y disfrutar la carrera al máximo, como en mis mejores momentos. Sé que no es lo que yo quería, pero las circunstancias así han querido que fuese; quien me lo iba a decir (ayer lo comentaba con un amigo), que yo pensaba que desde agosto con todo el tiempo del mundo me podría preparar a tope una maratón, que podría a salir a entrenar cuando quisiese, que si una cosa o la otra. Pero nada de esto ocurrió, mi cabeza no estaba centrada, y como dije en alguna entrada anterior no había manera de pasar los 25 kilómetros.

Es curioso, pero la mente las malas jugadas que llega a pasar, y si la de arriba no responde como es debido, las piernas no tienen narices de tirar los 42 kilómetros. Por suete me he podido cambiar de distancia y ahora sí que disfrutaré la cursa sin ir arrastrándome por los suelos y esperando que el coche escoba venga a recogerme; al menos eso espero, je je, porque la semana pasada no salí a entrenar ni un solo día, y esta, en cambio sólo me he saltado un día.

Claro, la semana pasada no salí a entrenar ni un solo día, porque como casi todo el mundo yo también me resfrié y estuve tres días bastante fastidiado, y luego cuando ya me encontraba mejor, aún me quedaban mocos en el cuerpo y no tenía ganas de salir a correr en este estado; en la pasada cursa dels nassos ya lo hice y lo pasé un poquillo mal. También como confío en mi cuerpo (demasiada confianza le estoy dando) sé que acabaré sin problemas la media maratón, es ya mi quinta media y sé como planteármela, cuando pueden venir posibles bajones, dosificarme y demás.

Con esta media maratón, esta vez no voy buscando ninguna marca, voy a ir a pasármelo bien, y si tardo más de dos horas pues voy a sentirme igual de satisfecho. Las circunstancias que he vivido me hacen plantearme la cursa del domingo de otra manera. Voy a ir a correr por una vía verde, vamos en plena naturaleza, respirando aire puro; ¿y por eso voy a ir a hacer marca y a sufrir? No, bastante he sufrido ya desde el verano viendo que no llegaba a los entrenamientos, no saliendo a correr cuando me tocaba, pasando mucho calor, y comiéndome mucho la cabeza por cosas que me han afectado a los entrenamientos. Maratones ya habrá otra ocasión para hacerlas y que mi mente esté bien. Así que el domingo voy a ir a pasármelo bien, a disfrutar de la naturaleza, a correr por una vía verde, y encima con poca gente, lo que a mi me gusta ¿qué más puedo pedir? Con estos alicientes como para no disfrutar de una bonita carrera, y si tardo más o menos, que más da.

Hasta hacía no mucho aún no es que viviese mucho el momento, pero ahora que ya está aquí y esta mañana he recibido el mail con las instrucciones, recorrido y todo lo referente a la cursa pues estoy muy ilusionado y animado. Bueno, realmente llevo así toda la semana ya. Hace ya unos cuantos meses que no participo en ninguna cursa y ya hay ganas de engancharme un dorsal en el pecho, ir a recoger una camiseta, y lo mejor de todo, que a parte de correr también voy a ir a disfrutar de un fin de semana a la ciudad tarraconense de Tortosa. Por eso, ¿voy a frustrarme con un fin de semana perfecto? Como si en lugar de media maratón es una carrera de 100 metros lisos. Ya habrá otra ocasión para correr una maratón, si no es en las vías verdes de Tarragona, será en las vías verdes de Girona, o sino repito Barcelona, o me voy a Valencia, Ibiza o Sevilla. Pero eso sí, cuando lo haga, que tenga la cabeza bien centrada.

Saludos y a dejarse llevar por las piernas.


domingo, 16 de octubre de 2016

Variando el entrenamiento

Ya va quedando menos para la media maratón de las vías verdes, y ahí voy poniéndome poco a poco en forma y con ganas de afrontar este nuevo reto; no es la maratón, pero lo disfrutaré casi o incluso más que la propia maratón, ya que para esta cursa sí que me veo preparado. Las circunstancias no han querido que corriese la maratón, pero bueno, el mundo no se acaba por no correr una maratón; hay que tener la cabeza muy buen amueblada, y lo que yo creía que me ayudaría a centrarme y a prepararme bien me ha pasado factura y no me ha ayudado a centrarme. Y lo que siempre he dicho en montones de entradas de este blog, para correr una maratón no sólo hace falta tener buenas piernas, sino que la cabeza hay que tenerla muy centrada, y hay que saber concentrarse para poder afrontar los 42,195 Km. y yo, pues como que no estaba para ese reto, esta vez no, así que afrontaré la mitad del recorrido y podré afrontar la distancia disfrutando al máximo.

Sé que tenía que haber escrito una entrada la semana pasada, pero últimamente estoy bastante vago para ponerme a escribir. Lo que sí que puedo decir es que no he seguido al pie de la letra el plan de entrenamiento, ya que entre medio he hecho una ruta en bici y un ascenso al Matagalls (1697 metros sobre el nivel del mar), con un desnivel en ascenso de 800 metros. Así que voy a explicar un poco por encima cómo han ido estos "entrenamientos" variados y las consecuencias que han llevado, porque claro, uno está acostumbrado a un tipo de entrenamiento, y en cuanto lo varía haciendo otras cosas el cuerpo se resiente con las dichosas agujetas, y luego hay días en los que no se puede salir a entrenar.

La semana pasada comenzó la cosa bien, haciendo mis entrenamientos, aguantando las series con bastante dignidad. Pero el viernes de la semana pasada me dio por hacer una ruta de unos 30 kilómetros en bici con mi sobrino por el Prat, vamos haciendo la ruta que tantas veces he hecho corriendo preparándome las tiradas largas, pues esta vez lo hice en bici. Si hay una cosa que me pasa a mi con la bici, es que mil veces digo que voy a ir tranquilo, pero empiezo a pegarle a los pedales y ya no veo nada. Con lo que al día siguiente pasa lo que pasa, que intento salir a correr y a los 500 metros tengo que parar porque no hay manera que las piernas me respondan. Suerte que ya conozco muy bien mi cuerpo y que esto es una carrera de fondo, que requiere mucha preparación, y hay que conocerse bien el cuerpo, y si hay algún día que no se puede pues no se puede, porque sé de sobras que cuando llegue el día clave lo daré todo y la motivación va al 200%. Eso sí tampoco hay que dejarlo todo el rato, porque sino acabaría haciendo la cursa arrastrándome, y eso tampoco es plan.

Así que con esta variación se acabó el entrenamiento de la semana pasada y esta semana el entrenamiento comenzaría con una motivación extra, hacer una excursión al Montseny subiendo al Matagalls. Mi primo Juan Carlos me dijo que se iba a hacer una ruta por el Montseny de unos 14 kilómetros, me propuso irme con él, así que yo no me lo pensé ni dos veces, y el lunes me cogí el coche con dirección al Montseny. Siendo motivación extra un día entre semana, con lo que gente prácticamente ni habría (en toda la ruta sólo nos encontramos a una pareja en el pico, y luego en la bajada nos encontramos a dos chicas con tres perros, y ya está).

La ruta comenzaba en el hotel Sant Bernat (a unos 15 kilómetros de Sant Esteve de Palautordera), a partir de ahí comienza un duro ascenso de cuatro kilómetros y 800 metros de desnivel, con tramos en los que había casi que escalar por la roca, venciendo escalones naturales de bastante altura, superando tramos de vegetación muy espesa, y tramos de niebla densa, frío y viento; sobretodo al llegar al pico del Matagalls; claro allí, sin vegetación alrededor, con viento y mucha niebla, prácticamente acabé con las manos congeladas. Pero a quien realmente le gusta caminar, hacer rutas por la montaña y correr, cuando pasa por todos estos contratiempos, la satisfacción de haber conseguido el objetivo de coronar la cima es sensacional. El llegar hasta la cima lo conseguimos gracias a unas marcas un poco curiosas que había por el camino; la gente para hacer que otros no se pierdan han usado el método "pulgarcito", dejando montañitas de piedras por el camino, para que el resto de gente no se pierda.

Después de la dura subida, ya cualquier cosa que viniese después no era nada; por suerte a medida que íbamos bajando la congelación e insensibilidad de las manos fue desapareciendo, llevando a continuación un descenso de unos 10 kilómetros precioso, con unas vistas espectáculares, unos árboles preciosos y si además se mezcla con la niebla da la sensación de película. Vamos una pasada de recorrido. Lo malo, es que cuando estábamos comiendo a medio descenso se nos puso a llover, y el final del camino lo hicimos con una llovizna, por suerte suave; aunque eso no fue nada comparado con el sufrimiento del ascenso. También he de decir, que gracias a la buena compañía y al apoyo mutuo "vam aconsseguir fer el cim". En el siguiente enlace quien quiera puede hacer esta maravillosa ruta. http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=15125403

Claro, tanto esfuerzo pasó factura en mi cuerpo, y tanto martes como miércoles estuve que casi ni podía moverme por culpa de las agujetas; con lo que los entrenamientos de ambos días no los pude hacer, y aquí fue donde cometí un pequeño error. Al haber estado dos días sin salir a correr, aproveché el jueves para también descansar (que era así como lo marcaba el plan de entrenamiento), cuando realmente tenía que haber hecho dos días de entrenamiento. Pero decidí esperarme al viernes y hacer los entrenamientos tal y como me había propuesto en mi plan de entrenamiento; haciendo 11 kilómetros el viernes, 10 kilómetros el sábado y 19 kilómetros hoy domingo. Los entrenamientos de viernes y sábado los hice a la perfección, pero hoy ya me ha pasado todo factura y a los 12 kilómetros he tenido que parar el entrenamiento porque ya no podía más. Si hubiese hecho jueves y viernes el entrenamiento, descansando el sábado, estoy seguro que hoy habría podido cumplir con creces el entrenamiento; pero ha sido mucho tute para mi cuerpo esta semana, así que espero que la semana entrante vaya mejor y no haga "variaciones" de entrenamientos, llevando a cabo los descansos pertinentes y disfrutándolo al máximo, que es lo que toca. Con lo que la semana que viene ya explicaré si todo ha vuelto a la normalidad, que la media se me echa encima y la quiero disfrutar, que sé que lo haré.


Saludos y a dejarse llevar por las piernas.

martes, 4 de octubre de 2016

Cambio de planes. Vamos a por la media maratón.

Hacía muchos días que no escribía y que todo esto lo estaba dejando estar abandonado. Podría ser; a veces cuando la mente no responde como es debido las piernas tampoco tiran y se entra en un bucle vicioso del que es muy difícil salir, porque una cosa lleva a la otra, y cuando llegan los días clave de entrenamiento el cuerpo no responde.

Todo esto es lo que me ha pasado durante todas estas semanas. Desde que me marché de vacaciones el subconsciente me empezó a hacer malas jugadas, también se juntó con días de muchísimo calor; saliese a la hora que saliese pasaba calor, y en la cama se estaba muy bien. Claro, ¿qué pasa? Pues pasa lo que tiene que pasar, que uno no tiene la cabeza bien amueblada por su situación, comienza la perrería, y como he dicho antes una cosa lleva a la otra y los días de tiradas largas se van dejando estar, además de entrar en una fase como de frustración al ver que no se ha salido a entrenar, que entre semana sí que se va haciendo el entrenamiento más o menos, pero no he tenido narices de pasar de los 24 kilómetros. Me he quedado estancado en esa famosa barrera psicológica de no poder llegar ningún solo día a los 30 kilómetros, y eso afecta bastante. Es por este motivo por el que he dicho que el buen estado mental es fundamental, y lo acabo de vivir en mis propias carnes.

¿Se puede considerar fracaso el no llegar a tiempo ni física ni mentalmente a una maratón? Yo no lo considero así habiendo pasado todo lo que he pasado que no me ha dejado centrarme como me tenía que centrar. Una retirada a tiempo nunca es fracaso, ya que uno conoce sus propios límites; y si hay una cosa bien clara es que yo corro para disfrutar; y si en una maratón uno no está preparado ni física, ni mentalmente, entonces el disfrutar se va al carajo. Otra persona se hubiese arriesgado a correr la maratón, pero yo me puse tiempo límite ayer; y si no conseguía hacer los 32 kilómetros desistía de la maratón. Y así fue, a los 17 o 18 kilómetros viendo que no iba a llegar ni de coña al objetivo requerido decidí parar y ponerme en contacto con la organización de la maratón de las vías verdes. Y por suerte han sido considerables y me han dejado cambiarme a la media maratón, que esta distancia sí que estoy seguro al 100% que la acabaré, y además lo podré disfrutar. Porque para sufrir ya está la vida llena de obstáculos. Por eso prefiero haber hecho este cambio, pasármelo bien, disfrutar del paisaje, que no verme que llego al kilómetro 25 y no puedo seguir más, comenzando a sufrir y acabar arrastrándome. Lo siento pero eso no va conmigo. Yo siempre he dicho que esto de correr para mi es un hobby y que lo hago para pasármelo bien, tarde lo que tenga que tardar. Esta vez no he podido ponerme a punto, pues no pasa nada, ya habrá otras oportunidades y otras ciudades. Además, bastante bien estoy llevando toda la situación que me rodea, así es normal no poderme centrar en las tiradas largas.


Una vez confirmado el cambio de distancia, hoy me he levantado ya con el chip totalmente cambiado, y con la mentalidad positiva. Lo que no era normal es todo lo que me estaba pasando, que hasta ni escribía en el blog. Por eso he pegado un golpe en la mesa, he cambiado la mentalidad y también he cambiado la distancia. No es lo que me hubiese gustado, pero es lo que hay. Que uno se pueda reconocer sus propias limitaciones es un logro. Además, si no me hubiese preparado como es debido no sé ni que me hubiese pasado a media carrera. Y con la salud no se juega. Así que ahora vuelvo a estar contento y motivado, porque veo la salida del túnel y que me voy a Tortosa a correr una media maratón distinta y cono poca gente, vamos, lo que a mi me gusta correr sin aglomeraciones ni amontonamientos, ni liebres que te echan literalmente como vayas más despacio que ellas, ya que hay gente que no es capaz de seguir su propio ritmo. Yo ya he hablado muchas veces de lo que opino de las liebres.

Con el cambio hecho el recorrido de la media maratón cambia bastante en comparación a si hubiese hecho la maratón, ya que la maratón comienza en el pueblo de Bot y hasta la mitad del recorrido más o menos va siendo bajada y se pasa por una zona de muchos túneles. Claro, todo eso al hacer la media maratón me lo pierdo, ya que la media empieza en Benifallet, y prácticamente todo el recorrido va pegado al río Ebro (sólo espero que no haya concentración de esas mosquillas incordiantes que van en plagas, que suelen estar pegadas al río). Además también se puede decir que el recorrido es totalmente llano, con lo que si se quiere hacer marca personal es ideal. Aunque yo esta vez no voy a buscar marca, sólo con acabar y acabarla bien me conformo, ya que me dará un subidón de moral poder volver a acabar una cursa, que desde abril no corro ninguna. Y si bajo marca pues mejor que mejor, y si no habré disfrutado. Yo voy a pasármelo bien, y a disfrutar de un fin de semana por Tortosa.
De aquí a que sea el día de la competición seguiré escribiendo una vez por semana explicando como van las sensaciones del mi nuevo renacer, soy como el ave Fénix, jeje. Por suerte, durante todo este tiempo de pasotismo y desidia no he dejado de salir a correr. Sí hacía como mucho 15 kilómetros, pero para mi preparación ya me vale. Que en lugar de salir los cinco días a la semana, solo salía tres o cuatro. Eso también me ha ayudado a no perder la forma y a tener un mínimo de esperanza. Ya que ha habido días en los que me veía a punto de dejarlo estar. Por suerte tuve la idea de poder preguntar si existía la posibilidad del cambio de distancia y así es. Con lo que la semana que viene ya volveré a estar por aquí explicando mis batallitas, y sobretodo con las ideas claras y animado, que es lo que más importa.


Saludos y a dejarse llevar por las piernas.