Este título ya lo dice todo, correr y pedalear. Así es, este era uno de los dos retos que tenía planeado, hacer una duatlón. Mi idea era hacer un triatlón, pero he de reconocer que soy un pésimo nadador; no soy capaz de hacer más de 100 metros sin agotarme, o sin tener que hacer una pausa para descansar un poco, además que nadar no es precisamente una de mis pasiones, y menos en el mar; vamos, que yo quiero pisar tierra firme y el agua para los patos, jeje.
Así que como no me gusta nadar, pero coger la bici y salir a correr sí que me gusta, pues que mejor que hacer un duatlón; y más aún si el sector de la bici es para btt (vamos por la montaña). He de decir que mi afición por la bici es de siempre; ya con mis tres añitos sabía montar en bici y además por una urbanización en la sierra del Montnegre (entre Sant Celoni y Arenys de Mar, Canet de Mar y Sant Pol de Mar), con lo que mi afición por la montaña nació ahí; y cuando a mis 13 años tuve mi primera mountan bike (hasta entonces había tenido la típica bici de un plato y un piñón y me tocaba subir las rampas haciendo eses) aproveché para adentrarme más aún por la montaña, haciendo subidas casi imposibles porque luego venía la bajada. Vamos, que realmente fue a partir de los 13 años cuando me aficioné en serio a esto de la bici, pero nunca hasta el momento me había apuntado a una cursa ciclista algo seria (hasta el momento habían sido pedaladas populares). Mientras tanto algún sábado o domingo iba saliendo con mi bici por el Montseny, Collserola, Montnegre y hasta Montserrat con descenso accidentado.
Claro, desde que comencé a aficionarme a esto de salir a correr, la bici la habré cogido en contadas ocasiones, y ya cuando me estuve preparando para las maratones entonces la bici ya la tenía olvidada del todo. Así que una motivación para coger la bici (con la excusa de que me tengo que preparar) era apuntarme a alguna cosa de estas, y que mejor que un duatlón. El duatlón de Sant Celoni consta de tres sectores, hacer primeramente 5 kilómetros corriendo por las medianías del pueblo (vamos un trazado de lo más sencillo para mi); luego un trazado de 18,5 kilómetros en bici por un tramo montañoso (me centraré en este sector, ya que los sectores de correr son muy cortos y no tienen gran dificultad, además que es algo que llevo muchas entradas hablando del running); y por último un tramo de 2,5 kilómetros corriendo. Vamos, pasar un domingo a lo grande haciendo lo que más me gusta. Porque una cosa sí que tengo clara, es mi primer duatlón y mi objetivo es acabarlo, disfrutarlo y sobretodo saberme dosificar bien las fuerzas para que las piernas me respondan como tienen que responder; porque sí, habré hecho dos maratones y cuatro medias maratones, pero ahí se queda la cosa, ya que a las piernas se les acostumbra a hacer un movimiento, pero al cambiar de correr a ir en bici el movimiento es totalmente distinto y lo mismo ocurre cuando se deja la bici y se echa a correr. Cuando iba al gimnasio ya hice bici (como una hora) y luego me puse a correr en la cinta y lo que me llegó costar a adaptarme a correr; así que prefiero ir suave para afrontar el tramo final fuerte. Aunque me da miedo que piense que correr es poco trozo y me envale y luego las piernas no me respondan con la bici en el tramo de subida, porque es lo que he contado que hacer una sola cosa sí, lo que me echen, ya que con la bici he llegado a hacer 50 kilómetros por la montaña, o estar cinco horas perdido por Collserola (eso ya lo contaré en otra entrada), pero claro, es solo ir en bici, ¿pero correr y bici? Supongo que algún día aprovecharé para hacer las dos cosas para ver como tiene que ser la dosificación. Para correr no seguiré ningún plan de entrenamiento concreto; voy saliendo tres o cuatro veces por semana a correr (esta semana no he podido salir porque voy arrastrando un catarro) y sin mucho misterio más. Y con la bici voy aprovechando los fines de semana para escaparme. De moemento he aprovechado para hacer dos salidas.
La primera salida fue hasta la playa del Prat por el delta del Llobregat (mítico recorrido que hacía en mis tiradas largas de preparación para la maratón), fueron más o menos 30 kilómetros. Claro, después de no sé cuanto tiempo sin coger la bici preferí ir por lo llano para ver como me respondían las piernas. Al contrario que cuando llevo tiempo sin correr y me pongo a correr me cuesta, con la bici no me pasa eso, ya puedo pegarme un montón de tiempo sin subirme a una bici, que cuando me vuelvo a subir casi ni he perdido la forma, tampoco voy el primer día a hacerme una etapa de montaña, pero 30 kilometros en llano está bastante bien. Las piernas me respondieron muy bien, y lo mejor de todo, que lo que me llegaba a motivar al hacer el mismo recorrido que corriendo en mucho menos tiempo y sin agobiarme. Tampoco lo hice todo del tirón, porque con la bici siempre me ha gustado pararme en algún punto a contemplar el paisaje y hacer la foto de rigor, pero vamos, que son sólo cinco minutillos y luego a seguir con mi ruta.
En la segunda salida por el contrario, ya preferí comenzar a tocar la montaña, como ir para Collserola era un poco lejos, preferí ir a un sitio más cercano como subir a la ermita de San Ramón en el municipio de Sant Boi, en total un recorrido de unos 26 o 27 kilómetros, pero eso sí con algo más de tres kilómetros ya de subida con un desnivel de 246 metros y una pendiente media del 7,57%. Con lo que ya era un buen entrenamiento para ver como respondía mi cuerpo en la subida. La verdad es que me lo pasé en grande haciendo la ascensión a San Ramón, ya que la primera rampa es mortal, luego se suaviza la cosa con un falso llano, y se encara el tramo de subida a la ermita con las subidas y las curvas cerradas, que ya es subida constante hasta que se corona la ermita en la que las vistas son preciosas. En mi caso con la bici soy masoca, porque me gustan estos retos de subidas fuertes, que aunque sufra y tenga que ir subiendo piñones con mucha rapideza, a la que corono me entra un bienestar, y sólo pensar que luego toca bajar disfruto más aún. Así que mi impresión fue buena, iba a mi ritmo sin exigirme más de la cuenta y por la cabeza pensando en el duatlón y que la dosificación será lo más importante de todo; si en una maratón lo más importante es tener bien la cabeza, en un duatlón pienso que es la dosificación. En esta subida hubo una cosa que me sorprendió, me pasaron algunos ciclistas, pero hubo uno que en plena subida parecía como si rodase en llano, que manera de subir.
Esas han sido de momento mis dos salidas, la próxima lo más seguro que ya sea subir hacia Collserola por Sant Pere Màrtir, bajar al pantano de Vallvidrera, subir al Tibidabo, bajar hacia la carretera de les Aigües (mi trazado favorito para correr) y volver para casa; pero eso ya lo explicaré en la próxima entrada. Ahora voy a centrarme en explicar un poco por encima el recorrido en bici del duatlón del próximo 10 de abril. A partir del recorrido que me descargué en Wikiloc y gracias a una base topográfica descargada del Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC) he podido sacar el perfil de esos 18,5 kilómetros.
Así que como no me gusta nadar, pero coger la bici y salir a correr sí que me gusta, pues que mejor que hacer un duatlón; y más aún si el sector de la bici es para btt (vamos por la montaña). He de decir que mi afición por la bici es de siempre; ya con mis tres añitos sabía montar en bici y además por una urbanización en la sierra del Montnegre (entre Sant Celoni y Arenys de Mar, Canet de Mar y Sant Pol de Mar), con lo que mi afición por la montaña nació ahí; y cuando a mis 13 años tuve mi primera mountan bike (hasta entonces había tenido la típica bici de un plato y un piñón y me tocaba subir las rampas haciendo eses) aproveché para adentrarme más aún por la montaña, haciendo subidas casi imposibles porque luego venía la bajada. Vamos, que realmente fue a partir de los 13 años cuando me aficioné en serio a esto de la bici, pero nunca hasta el momento me había apuntado a una cursa ciclista algo seria (hasta el momento habían sido pedaladas populares). Mientras tanto algún sábado o domingo iba saliendo con mi bici por el Montseny, Collserola, Montnegre y hasta Montserrat con descenso accidentado.
Claro, desde que comencé a aficionarme a esto de salir a correr, la bici la habré cogido en contadas ocasiones, y ya cuando me estuve preparando para las maratones entonces la bici ya la tenía olvidada del todo. Así que una motivación para coger la bici (con la excusa de que me tengo que preparar) era apuntarme a alguna cosa de estas, y que mejor que un duatlón. El duatlón de Sant Celoni consta de tres sectores, hacer primeramente 5 kilómetros corriendo por las medianías del pueblo (vamos un trazado de lo más sencillo para mi); luego un trazado de 18,5 kilómetros en bici por un tramo montañoso (me centraré en este sector, ya que los sectores de correr son muy cortos y no tienen gran dificultad, además que es algo que llevo muchas entradas hablando del running); y por último un tramo de 2,5 kilómetros corriendo. Vamos, pasar un domingo a lo grande haciendo lo que más me gusta. Porque una cosa sí que tengo clara, es mi primer duatlón y mi objetivo es acabarlo, disfrutarlo y sobretodo saberme dosificar bien las fuerzas para que las piernas me respondan como tienen que responder; porque sí, habré hecho dos maratones y cuatro medias maratones, pero ahí se queda la cosa, ya que a las piernas se les acostumbra a hacer un movimiento, pero al cambiar de correr a ir en bici el movimiento es totalmente distinto y lo mismo ocurre cuando se deja la bici y se echa a correr. Cuando iba al gimnasio ya hice bici (como una hora) y luego me puse a correr en la cinta y lo que me llegó costar a adaptarme a correr; así que prefiero ir suave para afrontar el tramo final fuerte. Aunque me da miedo que piense que correr es poco trozo y me envale y luego las piernas no me respondan con la bici en el tramo de subida, porque es lo que he contado que hacer una sola cosa sí, lo que me echen, ya que con la bici he llegado a hacer 50 kilómetros por la montaña, o estar cinco horas perdido por Collserola (eso ya lo contaré en otra entrada), pero claro, es solo ir en bici, ¿pero correr y bici? Supongo que algún día aprovecharé para hacer las dos cosas para ver como tiene que ser la dosificación. Para correr no seguiré ningún plan de entrenamiento concreto; voy saliendo tres o cuatro veces por semana a correr (esta semana no he podido salir porque voy arrastrando un catarro) y sin mucho misterio más. Y con la bici voy aprovechando los fines de semana para escaparme. De moemento he aprovechado para hacer dos salidas.


Esas han sido de momento mis dos salidas, la próxima lo más seguro que ya sea subir hacia Collserola por Sant Pere Màrtir, bajar al pantano de Vallvidrera, subir al Tibidabo, bajar hacia la carretera de les Aigües (mi trazado favorito para correr) y volver para casa; pero eso ya lo explicaré en la próxima entrada. Ahora voy a centrarme en explicar un poco por encima el recorrido en bici del duatlón del próximo 10 de abril. A partir del recorrido que me descargué en Wikiloc y gracias a una base topográfica descargada del Institut Cartogràfic de Catalunya (ICC) he podido sacar el perfil de esos 18,5 kilómetros.
El tramo de bici se puede dividir en cuatro partes. En el tramo inicial (los primeros 1800 metros) discurren por una zona llana para ir calentando las piernas. A partir de este punto empieza lo divertido, que a la vez es el tramo más duro y donde casi se alcanza la cota máxima; vamos una subida hasta el kilómetro aproximado 4,350 y llegando a la cota 322,533. A partir de ahí viene una de las dos transiciones, que es un tramo rompepiernas con subidas y bajadas que va hasta el kilómetro 9,800 que aunque se llegue a la cota 321,831 realmente se baja y se sube bastante. A mi criterio este es el peor tramo, ya que hay que dosificarse bastante bien para no desgastar mucho las piernas, ya que después de la bici toca correr otro tramito más, que aunque sólo sean 2,5 kilómetros hay que hacerlos. El tercer tramo, que es la segunda transición, es algo más llano, pero no deja de ser montaña, así que las subidas y bajadas se continuaran sucediendo. Este tercer tramo llega hasta aproximadamente el kilómetro 11,5 coronando la cota máxima del recorrido que es la 330,370. A partir de este punto ya será dejarse llevar con la bajada de 7 kilómetros hasta hacer el cambio de bici por las zapatillas de correr, vamos el tramo más divertido y viendo que casi todo el trazado transcurre por pista forestal podré lanzarme montaña abajo y disfrutar bien el descenso.
Esta vez no voy a escribir en el blog a diario, sino que solamente lo utilizaré para explicar mis salidas en bici, por donde he ido, hacer la foto de rigor con mi playmobil del hospi y comentar como ha ido y si he visto alguna cosa curiosa.
Saludos y a dejarse llevar por las piernas.
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