miércoles, 29 de junio de 2016

Semana 2. Corriendo por Andalucía

Segunda semana de entrenamiento completada y parece que poco a poco voy cogiendo el estado de forma deseado; aunque como siempre hay días que parece que me cuesta mucho llegar y otros en cambio que lo hago como si nada, o sino otros días en los que nada más ponerme a correr noto que las piernas no me responden y he de parar porque no hay manera de tirar (esto último me pasó al inicio de la tercera semana de entrenamiento). Pero bueno, me voy a centrar esta vez en la segunda semana de entrenamiento, y la tercera semana pues ya la contaré cuando tenga que contarla.

En esta entrada no creo que me extienda mucho a hablar, porque como aún es el principio del entrenamiento no es que tenga muchas cosas que contar, tiradas cortas, madrugones y demás; y que tampoco es que tenga muchas ganas de escribir, pero bueno, haré un esfuerzo e intentaré resumir esta segunda semana de entrenamiento lo mejor que pueda.

Esta semana se planteaba de una forma especial, más bien distinta; estaba por medio la verbena de San Juan y yo, para huir de los petardos, decidí marcharme para Andalucía, precisamente a Linares, donde ya estuve el verano pasado y por donde salí a correr unos cuantos días. Así que ya tenía las rutas estudiadas para viernes y sábado. El viernes me tocaba hacer 5 kilómetros y me fui por la famosa vía verde rodeando el pueblo por fuera (tengo que empezar a familiarizarme con las vías verdes), y el sábado me tocaba hacer 11 kilómetros; en un principio me había ideado una ruta para llegar desde donde estaba hasta el poblado íbero-romano de Cástulo; pero como quedé con un amigo de allí para salir a correr nos quedamos al final por Linares haciendo un circuito más o menos circular. Al fin y al cabo me daba igual ir por un sitio que por otro, ya que lo importante era hacer un entrenamiento acompañado, que siempre se agradece y se hace más ameno.

Los tres primeros días fueron más de lo mismo, corriendo por el parque de al lado de casa, no fuese que me perdiese si me iba muy lejos; más que nada me fui por el parque de al lado de casa por no ponerme a diseñar una ruta y tenerme que comer un montón de semáforos; es algo más aburrido, pero voy a lo seguro. Durante estos días tuve la sensación que me cansaba y me costaba llegar (aún seguía tomándome la medicación de la que hablaba la semana pasada). Si a todo esto añadimos que también durante los tres primeros días de la semana corrí con las zapatillas viejas, pues aún tiene más mérito. ¿Y por qué corrí con las zapatillas viejas? Pues la respuesta es bien sencilla. Como tenía la maleta medio preparada para no olvidarme nada decidí meter las zapatillas nuevas (bueno, las nimbus), no fuese que me las olvidase y entonces adiós entrenamiento; y con las ganas locas que tenía yo de correr por el sur porque no hace ese bochorno agobiante; con lo que fui prudente, metí las Nimbus en la maleta y salí a entrenar con mis viejas Asics (las mismas con las que corrí el duatlón). Pues claro, entre el cansancio de la medicación y la poca amortiguación de las zapatillas, pues normal que me costase hacer los entrenamientos... pero esto en el fondo es un punto a mi favor, ya que si corro en condiciones adversas, cuando me ponga en serio rendiré mucho más. Ese es uno de los motivos por los que muchas veces salgo a correr por sitios monótonos; y también es un motivo por el que no llevo música, para así mentalizarme más y trabajar más la mente. Es un caso que ya lo he hablado un montón de veces en las anteriores preparaciones y que en esta no va a ser menos.

Así que entre una cosa y otra me casqué media semana de entrenamiento y con unas ganas locas de viajar hacia el sur para volver a correr por la naturaleza rodeado de olivos y así también poder calzarme tranquilamente mis Nimbus y dar lo mejor de mí. El jueves fue día de viaje, y el viernes a las 7:30 de la mañana ya estaba por las calles de la Estación Linares-Baeza corriendo y dirigiéndome hacia la vía verde para cruzar el río Guadalimar, rodear todo el pueblo y entrar de nuevo a éste volviendo a cruzar el río por la otra punta del pueblo. He de reconocer que se me pasó volando el entrenamiento, lo disfruté y para nada se me hizo pesado. También me hizo mucha gracia ver al grupo de mujeres ya rozando la tercera edad haciendo su paseo matutino para mantenerse en forma antes que apretase el calor. Vamos, que parecía que no había pasado el tiempo desde que estuve por allí en Agosto.

Pero el día que yo estaba esperando ansiosamente era el sábado, porque parece que se va a ser costumbre cada vez que vaya para Linares buscar algún día para salir a correr con mi amigo, ya que en mis últimas dos visitas (también han coincidido con preparaciones maratonianas) hemos quedado para salir a correr; y esta vez el recorrido ha sido el mismo que la otra vez, sólo que haciendo alguna vuelta más y haciendo alguna variante para poder completar los 11 kilómetros del entrenamiento. Claro, a la vez que espero con ganas este día es jugar con un arma de doble filo, ya que desde el minuto 1 hasta el final del entrenamiento no paramos de hablar, con lo que eso acaba fatigando más. Pero por raro que parezca eso es sólo al principio, porque a la que cogimos el ritmo, prácticamete a cada kilómetro bajábamos uno o dos segundos el tiempo. Yo tenía pensado hacer el entrenamiento en una hora, o quizás un pelín más; y para nuestra sorpresa es que lo hicimos en unos 58 minutos. De ahí a que me encante tanto correr sin mirar el crono, porque voy a mi ritmo y a mi gusto sin estar condicionado por tiempos ni demás. Con lo que el entrenamiento fue genial y otra experiencia más para mi vida de runner.

Y así finalizó mi segunda semana de entrenamiento; empezó siendo cansada y monótona; y acabó por todo lo alto y con síntomas de ir motivándome y cogiendo el estado de forma esperado. Con la próxima semana de entrenamiento serán ya 21 días entrenando, con lo que en teoría el cuerpo ya se tiene que adaptar a una rutina. La tercera semana no ha empezado como me hubiese gustado; pero eso ya lo explicaré en la siguiente entrada... mientras tanto yo sigo con mis entrenamientos.


Saludos y a dejarse llevar por las piernas.

lunes, 20 de junio de 2016

Semana 1. Vamos cogiendo forma

Primera semana de entrenamiento completada. Aunque sea una de las semanas que menos hay que correr, viene siendo una de las más duras. Más que nada, porque tengo la mala costumbre que antes de empezar el entrenamiento serio como que ni salgo a correr para no "cansarme" demasiado; y si por una de esas he salido a correr ha sido solamente una o dos veces por semana; rara es la semana que salía a correr tres días en una semana. Claro con la tontería de que "en un mes tengo que ponerme a entrenar en serio" pues uno sale a entrenarse lo mínimo y necesario para no perder demasiado la forma. ¿Qué es lo que pasa? Pues bien sencillo, que en la primera semana de entrenamiento, cuando a uno le toca correr tres días seguidos, y luego haciendo un global de cinco días por semana, pues se acaba como se acaba.

Pues así ha finalizado mi primera semana de entrenamiento, bastante agotado, sobretodo el miércoles, al tener que estar tres días seguidos corriendo. No es que tuviese que correr muchas distancias, pero el simple hecho de correr tres días seguidos no lo venía haciendo desde la preparación de la anterior maratón (aunque ahora dudo si también corrí tres días seguidos en mi preparación para el duatlón). Y claro, cuando el miércoles empecé a correr y me di cuenta que las piernas iban funcionando de aquella manera ya sabía que costaría un poco. Aunque también el pasado sábado que hice 10 kilómetros, también se me acabó haciendo pesado los dos últimos kilómetros. También he de decir que me estoy tomando una medicación (cosas de la piel) que me deja agotado; así que dentro de lo que cabe es un mérito lo que estoy consiguiendo hacer tomándome la medicación y saliendo a correr cuando me toca.

Otro handicap que tengo, para variar, es el sueño y la perrería de estar en la cama. He de decir que aún no he cogido el hábito de sonarme la alarma y al momento levantarme, que va. Voy apurando hasta el último momento para salir de la cama. Aunque voy a tener que ir planteándome eso de apurar tanto, ya están viniendo días en los que está comenzando a apretar el calor y sobretodo el odioso bochorno. Porqué puede hacer calor y se puede llevar de alguna manera, pero cuando empieza a hacer este bochorno que hace en Barcelona es horroroso; temo cuando tenga que hacer las tiradas largas de más de 20 kilómetros. Algo tendré que hacer para combatir el calor y no deshidratarme; tengo una de esas mochilitas-cantimploras, que creo que tendré que empezar a entrenar con ella y ponerme bebidad isotónica para así además de ir hidratándome poder ir recuperando energías. Es que hoy he salido a correr a las 8 de la mañana y ya estaba comenzando a pegar fuerte el calor; si eso ocurre el primer día de verano, ni me quiero imaginar en pleno mes de agosto. Tengo la opción de salir a correr de noche, pero claro a la que tenga que correr un montón de kilómetros no me voy a ir a las 9 de la noche por el delta del Llobregat ni de coña; primero que no me hace ni pizca de gracia ir por aquellos lugares de noche, y luego que estando al lado del río es un criadero de mosquitos. Así que ya veré como me las apaño... aunque en el fondo esto es un punto a favor para mi, porque estaré corriendo en condiciones adversas, y superando eso, que me echen lo que me tengan que echar.

Siguiendo con mi primera semana de entrenamiento, quería haber hecho alguna foto, pero como nunca me llevo el móvil para correr, porque es un engorro, pues como que, evidentemente, no he hecho ninguna foto para ir añadiéndola. Aunque tampoco es que me haya esmerado mucho en correr por muchos sitios interesantes. Para no romperme mucho la cabeza he estado yendo por los circuitos que me hago cerca de casa, exceptuando el viernes, que para matar dos pájaros de un tiro, aproveché para ir al trabajo corriendo. Y el sábado quería haber ido a correr por mi querida carretera de les Aigües, pero las condiciones climatológicas del sábado fueron muy adversas y por la zona de Collserola estaba muy negro, y no tenía ganas que me cayese una tormenta por aquella zona y que también correr con barro es bastante peligroso porque el suelo resvala muchísimo. Así que en un principio me hice un recorrido alternativo en el que iba hasta Barcelona por los barrios ricos y luego volvía para casa. Pero como he dicho antes, por culpa de la medicación voy bastante como agotado y desganado; y si llovía no tenía ganas que me cogiese lejos de casa (una tontería porque la distancia que recorro es la misma, y aunque me lloviese no tenía pensado parar). Con lo que, aunque fuese bastante monótono, me diseñé un recorrido por el parque de al lado de mi casa y sus alrededores; de ahí a que los dos últimos kilómetros se me hiciesen un poco pesados porque ya se repetía la cosa. Aún no entiendo como cuando me estuve preparando mi primera media maratón pude llegar a dar hasta 16 vueltas por el parque.

Al final, la lluvia me pilló cuando estaba acabando los estiramientos, pero del viento no me libré, que había puntos en los que a la ida iba de maravilla y a la vuelta con el viento en contra se notaba. Pero las condiciones meteorológicas me dan igual, y me he de acostumbrar a ellas, porque si llueve el día de la maratón no la van a aplazar para mi. Así que cuando llueva no me quedará otra que apechugar; aunque como ya dije en anteriores entradas estoy tan centrado en el entrenamiento que me olvido de la lluvia, sólo evitar los tramos con barro para evitar resvalarme y no lesionarme.

Esta segunda semana de entrenamiento se presenta con unas cuantas novedades con respecto a los entrenamientos del viernes y el sábado. Pero eso lo contaré mejor en la entrada que haga la semana que viene; eso sí, sólo diré que puede que el sábado no corra solo... para saber el resto tendréis que esperar.

Esta vez no marcaré en verde los días realizados, sino que ahí dejaré el calendario (comodidad para mi jeje)

Saludos y a dejarse llevar por las piernas.

lunes, 13 de junio de 2016

Proximo reto la maratón de las vías verdes... Día 1

Cuanto tiempo que llevaba sin escribir una sola línea sobre el running o la bici (bueno, más o menos unos dos meses, desde que hice la cursa nocturna de Hospitalet). Pues bien, vuelvo de nuevo a la carga con una nueva preparación para mi tercera maratón; es que no puedo estarme quieto y cada vez que veo un reto nuevo, allí que voy de cabeza. Es lo que tiene eso de correr, que uno empieza como mera afición corriendo poca distancia y diciendo que nunca llegará a correr una maratón, que eso son palabras mayores; y en cambio ahora ya he hecho dos maratones (Barcelona y San Sebastián) y me voy a preparar para una tercera maratón, y esta maratón la considero especial porque transcurre a través de la naturaleza, y tampoco es la típica maratón que empieza y acaba en el mismo lugar. Esta vez la maratón comienza en la localidad tarraconense de Horta de Sant Joan, y acaba en otra localidad de tarragona como es Tortosa. Así que esta vez el desplazamiento será corto, aún así haré noche en Tortosa para ir más tranquilo, y no tener que salir de casa a las 4 de la mañana.

Realmente la decisión de hacer esta maratón ya la tenía tomada desde principios de Enero, cuando hice la media maratón de Sitges. Lo típico que cuando se acaba una cursa te empiezan a dar propaganda de no sé cuantas cursas, y vi maratón vías verdes. Eso me llamó muchísimo la atención, ya que en mi anterior preparación, durante unos cuantos días de Agosto estuve entrenándome por la vía verde de Linares y aquello fue precioso; así que una maratón por un antiguo trazado de ferrocarril tiene que ser una pasada, a parte de ser una maratón minoritaria, en la que corre poca gente y uno se evita las masificaciones. Y lo más importante, correr por la naturaleza, que, a ver correr por la ciudad rodeado de gente que anima es muy guapo, pero me he dado cuenta que correr entre la naturaleza es mucho más bonito.

He de decir que mi primera opción (cuando acabé la maratón donostiarra) y antes de hacer la media de Sitges era apuntarme a la maratón de Valencia, para así hacer maratones en distintos puntos y no estar haciendo siempre la maratón de Barcelona; pero como he dicho antes, cuando me dieron el folleto de la maratón de las vías verdes no me lo pensé dos veces y a los dos días ya estaba apuntado y con una ilusión tremenda para preparar este nuevo reto que será totalmente distinto a las otras dos maratones que he corrido, ya que ha sido por un recorrido con cambios de dirección, bastantes corredores, gente animando. En cambio esta maratón tendrá largas rectas, muy pocos participantes (en la edición del año pasado fueron más o menos 200 corredores los que atravesaron la línea de meta), eso quiere decir que voy a tener muchos tramos en los que esté corriendo totalmente solo sin ningún referente (ya me pasó algo parecido en el duatlón). Así que lo considero como un nuevo reto.

El "pequeño inconveniente" que haya tantos tramos de largas rectas y pocos participantes lo solucionaré con mis entrenamientos diréctamente yéndome a hacer las tiradas largas al Prat por al lado del río Llobregat; además que me tocará estar todo el mes de agosto entrenándome duro con el bochorno y el calor. Así que creo que superando este mínimo inconveniente la maratón la haré sin ningún problema. Ya no soy ningún novato, con lo que me lo puedo plantear a mi manera, sabiendo hasta cuando puedo dosificar y cuando puedo empezar a atacar... bueno, mejor dicho aumentar el ritmo. Eso sí, para la preparación lo tengo bien claro que voy a seguir el mismo plan de entrenamiento que me ha funcionado de maravilla. Mis 20 semanas de entrenamiento corriendo unos cinco días a la semana (aunque cuando tenga tiradas largas lo más seguro que reduzca a cuatro días a la semana). Aunque esta vez no haya perdido mucha forma, yo igualmente empiezo ya la preparación y poco a poco y a mi ritmo.

Esta vez no me he estado dos meses y medios sin salir a correr ni un solo día. La última vez que salí a correr fueron 10 kilómetros hará unas tres semanas, y me fui por la carretera de les Aigües. Aunque aún así esta mañana me ha costado volver a coger el ritmo de madrugar y salir a correr. También cuando estaba corriendo, como he visto que me costaba, me he hecho la pregunta que me hice hará unos cuantos meses ya (casi un año) cuando comencé a prepararme la anterior maratón, "¿voy a ser capaz de aguantar este ritmo si me estoy cansando enseguida?" y la respuesta está bien clara, es un sí rotundo. A la que vaya cogiendo la forma esto se hará de forma habitual, no me costará madrugar y se hará todo mucho más fácil.

Para esta preparación no voy a escribir todos los días, porque se me acaba haciendo un coñazo tener que pensar todos los días que escribir, o decir siempre lo mismo, que si me ha costado levantarme, que si cuando me he puesto a correr no tenía buenas sensaciones, o que si esto o lo otro. Así que durante esta preparación escribiré una entrada por semana, y así hago un resumen de como me ha ido la semana, y así tengo más batallitas que contar y no se hacen tan monótonas las entradas.


Saludos y a dejarse llevar por las piernas.