miércoles, 27 de noviembre de 2019

Después de tanto tiempo he vuelto

Pues si, han pasado unos tres años desde mi última entrada, y anda que no ha llovido.

He de decir que en casi todo este tiempo he estado de capa caída, muy baja forma, muy pocas ganas de salir a correr, y mucha, pero mucha vaguería, poniendo cualquier tipo de excusa. Ay, tengo sueño, ya saldré a correr mañana; buff, hace mucho calor y mucho bochorno; ay, se me ha caído la moto encima y me he hecho un esguince; uy, me hacen daño las plantillas... y así nos podríamos estar horas y horas. Pero vamos, que resumiendo que entré en un círculo vicioso de desidia y desgana llegando al punto de tener una forma física nula y ganar unos cuantos kilos. Así que iré por partes explicándolo, como siempre lo he hecho en este blog donde cuento mis experiencias de un runner aficionado.

Después de acabar la media maratón de las vías verdes por Tortosa, aún iba haciendo algún entrenamiento, e incluso me apunté a la media maratón de Granollers y a la Maratest de Badalona. Para quien no sepa que es la maratest, es como si digésemos un test previo a la Maratón de Barcelona que se celebra tres semanas antes de dicho evento. Hay dos modalidades la de 30 Km y la de 15 Km, yo en mi caso por el 2017 hice la de 30 Km. Pero realmente ahí iba comenzando mi decadencia, salía muy poco a entrenar, una o dos veces por semana, y podía presumir de la confianza y de la forma física que tenía por aquel entonces.

Ya para empezar no hice la cursa dels Nassos, ahora no recuerdo si fue por falta de ganas o por catarro, hace ya tanto que ni me acuerdo. Con lo que mi próxima cita sería la media maratón de Granollers. Pero, como he dicho antes los entrenamientos no eran los que a mi me hubiese gustado hacer. Aún así la hice, y acabé realizando un tiempo decente (1:57:12), hay que decir que es dura la media de Granollers, ya que la primera mitad va picando la subida y por Les Franqueses hay alguna subida que se las trae, aunque la peor es por el km 16 aproximadamente, que después de ir bajando viene una buena subida de esas que no se ven el final. Mi idea era en la bajada final tirar fuerte, pero claro, al no estar en plena forma, después de esa subida, los dos amigos con los que iba me dejaron atrás y yo lo único que pude hacer fue dejarme llevar hasta el final. Aunque después de todo no estuvo nada mal.

Después de la media, a las dos semanas me tocaban los 30 kilómetros de la Maratest en Badalona, que en buenas condiciones físicas y habiendo hecho los correspondientes entrenos podría haber bajado seguramente de las 3 horas, pero en esas dos semanas creo que solamente salí a correr una o dos veces; y así no se pueden conseguir los objetivos. Perdí esa ilusión por salir a correr, puedo poner como excusa el trabajo agotador que tenía (estaba todo el día recorriendo Barcelona de punta a punta), pero la cabeza seguía sin estar en su correspondiente lugar, y como he dicho siempre, si la cabeza no está las piernas no tiran. Por suerte la maratest también la conseguí hacer en un tiempo decente (3:02:51), y con el aliciente que antes de empezar la cursa me encontré al gran Carles Castillejo y me pude hacer una foto con él.

Pero después de la maratest ya vino la gran decadencia, no salía a correr, y cuando lo hacía sólo conseguía salir un par de días y luego ya me pegaba meses sin correr, y poniendo como excusa que si el trabajo, que si las botas de seguridad me matan, que llego muy petado a casa. Y podría haber sido una excusa creíble, pero cuando uno tiene ganas de correr saca el tiempo de donde sea, aunque sea para correr sólo 5 kilómetros, o algún sábado o domingo por la mañana... pero cuando no era el trabajo, era el frío, si no era el frío era el calor, sino el sueño, o sino que la noche anterior había estado con los amigos y había llegado a casa algo chispado.

Claro, esta situación no podía seguir más, tenía que poner un poco de orden en mi cabeza, en mis piernas y en mi alimentación, para al menos volver a tener un poco de forma física, que tanta dejadez no era buena, pero claro una cosa lleva a la otra y se entra en una espiral viciosa. He de decir que toda esta situación también me generaba tal ansiedad que cuando salía a correr enseguida me fatigaba. Por suerte más o menos por abril de 2018 la cosa comenzó a revertirse; cambio de trabajo, y cambio de aires me ayudaría a despejarme un poco. Lo malo que tenía que desplazarme todos los días a 40 kilómetros de Barcelona, pero poco a poco iba entrando en la buena dinámica. Tanto es así que me apunté de nuevo a la cursa nocturna de Hospitalet, aunque fuese solamente a la de 5 kilómetros, no había que empezar fuerte, ya que desde febrero de 2017 hasta abril de 2018 no había corrido ninguna cursa.

La verdad es que no salía mucho a correr, pero al menos cuando me apetecía salía un ratito y me hacía 5 kilómetros, con lo que no me costó mucho acabar la cursa, eso sí haciendo una marca de 26:25, pero bueno por ahí se empieza. Aunque la constancia se puede decir que no la tenía, entrenaba a lo mejor una semana sí y cuatro no. La cabeza me volvía a hacer malas jugadas y no había manera de establecerme unas pautas, con lo que volvía a la dejadez. Pero esta vez por suerte me motivaba cuando veía una cursa que me pudiese gustar y me apuntaba. No tenía esa constancia de todas las semanas al menos salir a correr tres días pero bueno a la que se acercaba una cursa hacía algo; y creo que otro punto de inflexión fue por diciembre del año pasado que volví a hacer otra cursa, también de 5 kilómetros y volví a hacer un tiempo algo decente (26:30).

Esta cursa me comenzó a motivar para prepararme la cursa dels Nassos, y esta vez quería bajar de la hora (sí, ya sé que años atrás la hacía en 48 minutos, pero milagros a Lourdes). Mi sobrino (el mismo que corrió conmigo los dos últimos kilómetros de la maratón de Barcelona), me motivó y me dijo que haría la cursa conmigo para hacerme de liebre (y eso que yo siempre me he quejado de seguir a las liebres... pero bueno en este caso necesitaba a alguien a mi lado). Así que la constancia por entrenar iba en aumento; hasta tal punto de llevarme la ropa de correr al trabajo, acabar de trabajar y salir a correr por el parque que había delante de la oficina cuando plegaba, y luego cambiarme en el coche. Así conseguí hacer Nassos en 59:19 y gracias a mi sobrino que me llevó hasta el km 8, luego él se puso a tirar y en dos kilómetros me sacó dos minutos. ¿Esto que hizo? Pues motivarme aún más y yo como un masoca me apunté a la maratest (esta vez se hacía en el Prat y me apunté a la de 15 km). Pero ¿qué pasó? pues que en un mes y medio más o menos sólo salí a correr dos veces, y evidentemente no me preparé para correr 15 km, con lo que a partir del km 11 ya iba arrastrándome y acabé haciendo un tiempo de 1:37:19.

Por suerte, esto hizo que me volviese a poner las pilas y comencé ya a ir saliendo más a menudo a correr, y ya me estaba poniendo como objetivo la maratón de Valencia para este próximo 1 de diciembre. Para comenzar ya me apunté a la cursa del Corte Inglés y a la nocturna de Hospitalet, y fueron bastante satisfactorias 1:05:31 y 55:35 respectivamente. Pero un día antes de la cursa nocturna se volvió a truncar mi suerte. Salía del trabajo a toda leche, y cuando me subí a la moto me olvidé quitarle la pinza (candado que se coloca en el disco del freno delantero), claro a la que puse primera y arranqué se me clavó la moto, perdí el equilibrio, me fui al suelo y la moto se me cayó encima (200 kg de moto) haciéndome un esguince intercostal. La cursa nocturna la hice sufriendo, pero eso ya supuso luego un parón de más de dos meses, y para colmo se acercaba el verano y el comienzo de la preparación para la maratón de Valencia. Algún día, ya recuperado, intenté salir, pero con el bochorno y el calor era prácticamente imposible salir a correr.

No sé si he de decir por suerte o por desgracia cuando quise apuntarme a la maratón de Valencia las inscripciones estaban ya agotadas, con lo que ya tenía la excusa perfecta para no salir a entrenar durante el verano. Aunque como ya he dicho antes, soy masoca, y no me iba a quedar de brazos cruzados, así que en cuanto vi que no me podía apuntar a la maratón de Valencia, automáticamente me apunté a la de Sevilla, y sí, esta vez estoy apuntado y ya tengo hasta la reserva de hotel y los billetes; así que no hay vuelta atrás; y por raro que parezca estoy siguiendo el plan de entrenamiento, algún contratiempo he tenido (esta semana pasada un resfriado me ha impedido entrenar) pero ya estoy de nuevo siguiendo el plan. Aunque he de decir que empecé dentro de las fechas, un viaje inesperado y un cambio de hora me trastocó un poco y en lugar de las 20 semanas previstas, son 17 semanas de entrenamiento lo que me toca hacer.

Voy ya por la quinta semana de entrenamiento y veo que va a ser un camino duro que recorrer. Hay días que noto que me cuesta hacer 5 kilómetros, pero cuando tuve que hacer 13 los hice bien incluyendo subida a Montjuic (eso ya lo puse en mi Instagram). El viernes me tocan 19 kilómetros, primera prueba de fuego para ver si voy bien de forma. Si los consigo hacer bien puede ser muy buena señal para ir siguiendo. Pero eso ya lo iré explicando en futuras entradas.

Creo que por hoy basta con toda esta parrafada que he soltado, claro, después de tres años sin escribir una sola entrada tenía que ponerme un poco al día. En futuras entradas iré explicando como van mis entrenamientos. No sé si escribiré cada día, cada semana o cuando me apetezca, pero seguiré escribiendo.

Saludos y a dejarse llevar por las piernas.


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