lunes, 18 de enero de 2016

Cursa Sant Antoni

Se acabó el correr y se acabaron las cursas en al menos dos o tres semanas; mi cuerpo necesita un poco de descanso; y que mejor manera que hacerlo por todo lo grande mejorando mi mejor marca personal. Ni yo aún me creo que haya hecho un tiempazo sin ni siquiera planteármelo, porque yo iba a disfrtutar de la cursa y a pasármelo bien; si hasta pensaba que haría más de 50 minutos, pero me dejé llevar por la masa social, me puse a pasar a gente y así hice el tiempo que hice; incluso podría haber sido menos porque el principio fue un poco masificado y no pude correr lo a gusto que me hubiese gustado correr, ya que había gente que llevaba el ritmo un poco más lento; evidentemente el cajón de salida abarca unos cuantos minutos de mejor marca personal para las salidas; pero por suerte no había nadie ralentizando el ritmo saliendo del cajón equivocado. Aún así pude llevar un buen ritmo, me encontraba perfecto y supe dosificarme bien sin desfondarme; pero es curioso como coge el cuerpo cada vez que se corre, quien me iba a decir a mi, que dos semanas después de la cursa dels nassos y prácticamente sin haber salido a correr bajaría más de dos minutos la marca en la última cursa del 2015. También es curioso, que cuando he ido a ver como se presenta la cursa, sin comidas de cabeza y demás, es cuando mejor marca he hecho. Bueno, lo de la cursa dels nassos tiene excusa porque justo acababa de pasar un catarro y quise ir más rápido de lo que podía.

Esta vez para evitar follones de guardarropa y demás decidí acercarme a la zona de la cursa en coche, no tenía ganas de coger el metro, luego dejar la bolsa en el guardarropa y hacer colas. Aunque tuve que aparcar un poco retirado, pero me serviría de calentamiento. Porque con el frío que hacía ayer me hacía falta un buen calentamiento; aunque como he dicho siempre, a mi me gusta mucho más correr con frío que con calor. Eso sí, ayer hacía más frío que en Sitges y en cambio no pasé tanto frío; también porque nada más salir del coche ya me puse a calentar hacia la zona de salida y también me puse una bolsa de basura a modo de peto para aislarme un poco del frío. Es curioso, pero una simple bolsa de basura lo que llega a aislar (ahora entiendo por qué el año pasado en la media maratón de Barcelona había tanta gente enfundada en bolsas de basura). Así que yo iba calentando felizmente con mi bolsita de basura a modo de peto hasta unos cinco minutos antes del pistoletazo de salida, que decidí ya meterme en mi correspondiente cajón de salida preparado para disfrutar.
Ya podré correr doscientas cursas, que esa sensación de emoción cuando escucho el pistoletazo de salida y paso por la primera moqueta de control de tiempo no se me quitará nunca. Esa sensación de ufff, que pasada, ya puedan ser 5 o 42 kilómetros los que se corran. Aunque lo importante en todo esto es disfrutarlo y pasarselo en grande. He descubierto, que cuando se va con esa filosofía las cosas se hacen mucho mejor. Cuanto más relajado y disfrutando esté, mejor responde mi cuerpo. Y lo que digo siempre si me encuentro bien y puedo tirar perfecto, que no, pues a un ritmo más suave y cuando llegue pues llegué.

Como decía unas líneas más arriba, pese a haber sólo unos 4500 inscritos el comienzo fue bastante más masificado que en otras cursas que he corrido anteriormente, y eso que la cursa era en pleno eixample de Barcelona donde las calles son amplias. Pero bueno aunque fue un comienzo algo masificado no se iba a trompicones; eran los metros iniciales (en mi opinión los peores siempre), hay que buscar el ritmo, colocarse bien, se está un poco frío y hay que irse con cuidado de no empezar excesivamente fuerte, ni demasiado suave. El paso por el Km. 1 lo hice a un ritmo de 5:10, y parecía que iba bien, pero aún así la cursa no se estiraba; aunque la primera "selección" se hizo en el tramo final de la calle Sepúlveda que parece que no, pero se nota bastante la subida; con lo que yo aproveché (gracias a toda mi preparación, porque lo suyo es entrenarse con subidas para precisamente estos casos) para continuar marcando mi ritmo y encontrar la comodiad para empezar a ir bien. Eso empezó a llegar a la que se enfilaba la calzada central de Gran Vía, donde la calzada ya era más ancha y hacía ligera bajada. Eso ya sería el Km. 2 y ya había bajado el ritmo a 4:54, haciendo el paso por dicho kilómetro a 10:04. A partir de este punto, y sin yo darme cuenta empecé a tirar y a disfrutar. Me encontraba bien, no me notaba cansado, y las piernas me estaban respondiendo a la perfección. Supongo también que sería porque el tramo de bajada favorecía, así que me dejé llevar, y eso sí, a partir de ese segundo kilómetro ya no quise mirar más el reloj. Cuando me acercaba al paso por la mitad de recorrido no podía creerme lo que estaba viendo en el crono; en estos tres kilómetros había bajado el ritmo a 4:44, haciendo el paso por el Km. 5 a 24:17. En esos momentos asocié este gran tiempo a que el recorrido era prácticamente todo el rato bajada y me había dejado llevar. Seguramente la segunda mitad me costaría más hacerla, mientras yo calculaba que tardaría más o menos unos 49 minutos. Pues ocurrió todo lo contrario; vi que una chica del Club Atlético Martorell llevaba un buen ritmo y me puse a seguirla; pero esa persecución duró poco más de un kilómetro porque me estaba encontrando tan bien que tiré más que la chica, así yendo yo a mi propio ritmo. En esos momentos la carrera se hizo un poco pesada, ya que era un mareo al tirar por una calle, girar para ir por la de abajo hasta la otra punta, luego volver a girar para volver a ir en dirección opuesta, vamos un ir y venir calle arriba calle abajo por Tamarit, Parlament, Manso... así hasta llegar a la famosa avenida Paralelo. Aunque para que no se me hiciese pesada dicha subida (porque ya de aquí hasta el Km. 8,5 era todo subida) fijé mi mirada en plaza España, que la tenía a tiro, y así se me pasó volando la avenida Paralelo para girar y subir por la calle Entença. Quedaban poco más de dos kilómetros y el cansancio se comenzaba a notar, pero a mi me daba igual, ya quedaba poco y tenía que seguir tirando; aunque al girar de nuevo a la calle Sepúlveda y hacer esa subida hasta la calle Llançà fue un poco agotador; pero ahí estaba yo creciéndome ante las adversidades y aumentando el ritmo; hasta encarar la Gran Vía hasta la calle Urgell, donde ya sólo había que dejarse llevar. Al girar a la recta final en Floridablanca faltaban 400 metros; esta vez no quise apretar más, porque veía que no podía hacer la tirada hasta el final, así que mantuve el ritmo hasta ya el punto que sí lo creí conveniente y más aún cuando vi que el crono estaba marcando un tiempazo para mi; ahí me crecí y ya decidí esprintar hasta unos cinco o diez metros antes de la llegada, viendo que pulverizaba mi marca, que ya decidí frenarme. Al final paré el crono en 47:03 haciendo la segunda mitad de carrera a un ritmo de 4:33.

En esos momentos la alegría que llevaba en el cuerpo era muy grande, había bajado mi marca en 52 segundos (que se dice bien pronto), cuando hacía 17 días había hecho un poco más de 49 minutos. Tal era mi estado de euforia, que después de recoger mi lata de bebida isotónica me volví hacia el coche corriendo, tenía más ganas de juerga; y a la que llegué a la Gran Vía aún había gente corriendo. Como tenía que llegar hasta la calle Urgell decidí de nuevo meterme en la carrera, esta vez llevando un ritmo más suave. Así hasta llegar al coche, donde hice mis estiramientos, me cambié y para casa. Eso sí después del subidón vino el bajón, porque por la tarde no había quien me moviese, ya que el cansancio empezó a hacer mella. Pero que no me quiten lo bailado jeje.

Ahora ya por fin toca descansar un poco el cuerpo, que lo necesito. Para la próxima maratón que corra no creo que después de la maratón vaya tan a fuego como he ido esta vez, porque ha sido casi un suicidio. Con lo que ahora a descansar; después del descanso ir saliendo a correr poco a poco y ya en abril, si estoy bien el próximo reto; pero eso lo contaré ya cuando esté confirmado.

Saludos y a dejarse llevar por las piernas.

viernes, 15 de enero de 2016

Previa Sant Antoni

Ya se acaba la maratón de cursas en 17 días; es curioso el juego de palabras que he usado diciendo maratón de cursas, cuando en realidad vengo de correr una maratón hace más o menos un mes y medio. Un mes y medio en el que he salido poco a correr realmente, pero no he parado. El 31 de diciembre la tradicional cursa dels nassos; el pasado 10 de enero hice la media de Sitges; y este domingo 17 de enero la cursa de Sant Antoni. Una cursa que hacía tiempo que quería correrla, para así salir de las típicas de Barcelona; ya que esta cursa es una en las que suele correr poca gente (sólo 4500 más o menos). Poca gente si se compara con las grandes citas barcelonesas, en las que suelen pasar de los 10.000 inscritos. Lo único "malo" que tiene esta cursa es que la longitud son 10 kilómetros. Sé que dije que quería dejar a parte esta distancia, pero al ser una cursa que me llama la atención la he de correr; al igual que seguiré corriendo las fijas que son la cursa dels nassos y la nocturna de Hospitalet; ya que para una cursa que hay en mi ciudad no la voy a rechazar. A parte de esas dos, dudo que corra alguna más de esta distancia, dedicándome más al fondo y a algún que otro reto que más alante desvelaré.

Esta cursa es la primera vez que la haré, de ahí mi ilusión por volverme a rodear de runnersy hacer 10 kilómetros. Mi cuñado lleva unos cuantos años haciéndola, y yo, por algún motivo u otro nunca hasta ahora la había hecho; y más largos se me pusieron los dientes el año pasado, cuando pasé por la Gran Vía en coche y vi a la gente corriendo; así que le dije a mi mujer "ésta la tengo que correr yo el año que viene". Y así ha sido; solo que si lo llego a saber, ni me hubiese apuntado. Como ya he ido diciendo con anterioridad, desde que acabé la maratón de Donosti, mi cuerpo necesitaba un descanso que realmente no se lo he dado; claro, durante cuatro meses y medio salir a correr cinco días a la semana, luego cascarme los 42,195 Km. pues es normal que se quiera descansar un poco. Descanso que yo no di a mi cuerpo. A la semana ya estaba otra vez por las calles de Hospitalet entrenándome, porque había hecho la locura de apuntarme a tres cursas casi seguidas. Pero aún así ya consigo ver la luz; eso sí, esta semana no he salido a correr ni un solo día. Quise haber salido el jueves, pero como notaba un poco de molestia en la pierna, no quise arriesgarme. Tampoco le doy mucha importancia. Esta vez no voy a cometer la imprudencia que hice en la cursa dels nassos de engancharme a una liebre. Si me pasa, pues me pasa; yo mañana ire a mi ritmo y a disfrutar, que es lo que toca.

Ayer fui a buscar la camiseta y el dorsal de la cursa, esperando tener algun buen regalo, ya que lo patrocina Moritz (una marca de cerveza barcelonesa, que tiene la fábrica en el mismo barrio de Sant Antoni). Pues nada, ni una simple pegatina de dicha marca. De regalos unos guantes para correr, un gel de masaje, y el típico brik de caldo con el que siempre me he hecho buenos cocidos jeje. Y tambien un montón de propaganda de las próximas cursas. Una propaganda que no quiero mirar; porque sino acabo cometiendo la "locura" de apuntarme. Ya me he quedado con las ganas de apuntarme al Maratest de Badalona (son 15 o 30 Km. como previa a la maratón barcelonesa). Si no me he apuntado ha sido más bien por darme ese descanso. Ya corrí la media de Sitges porque mi objetivo era correr la de Granollers, pero por la fecha que es no puedo hacerla; y la de Barcelona ya la hice tres veces y no tenía ganas de repetir. Así que por eso me apunté a la de Sitges, y allí me dieron propaganda de un reto al que no pude decir que no; y hasta aquí puedo leer como decía Mayra Gómez Kemp en el mítico "Un, dos, tres".

Volviéndome a centrar en la cursa de mañana, he de decir que el recorrido es bastante favorable, bastante llano, aunque no hay que fiarse mucho, ya que aunque no lo parezca hay calles que a simple vista no, pero cuando se está corriendo se va notando como pica un poco la subida, como es el caso de la calle Sepúlveda, que hay que hacerla casi toda. Lo   contrario pasa en la Gran Vía, que va picando ligeramente la bajada; aún así, no deja de serun recorrido bastante favorable, ya que es más horizontal que vertical; aunque después de haber corrido dos maratones, estas ligeras subidas las hago con los ojos cerrados. Recuerdo que los dos últimos kilómetros de la maratón de Barcelona fueron por la avenida Paralelo, y ahí va picando la subida, y en su día lo hice sin problema alguno. 


Tal y como he dicho antes, mañana no tengo ningún objetivo, y tardaré lo que tenga que tardar, porque iré a disfrutar y a pasármelo bien. Que me encuentro bien y puedo tirar, puesasí hare, que no, pues a mi ritmo y a lo Carlos Sastre. Lo que tengo claro es que no mevoy a esforzar al principio para acabar luego sufriendo. Y ya sé que no es una competición y que corro porque me gusta. Pero cuando empiezo suave, y luego aprieto y comienzo a pasar a gente me crezco; y es ahí cuando realmente disfruto. Sé que no voy a ganar nada, pero me siento tan bien porque me noto cómodo y además puedo tirar. No sé, es una sensación que hay que vivirla para saber de lo que estoy hablando.

Mañana o el lunes ya contaré mi hazaña en esta cursa. Eso sí, ya después de ésta, al menos descansaré hasta febrero; con lo que descansaréis de mis entradas un poco jeje. Pero bueno, todo esto ya lo contaré más tranquilamente en la próxima entrada de este blog.

Saludos y a dejarse llevar por las piernas.

lunes, 11 de enero de 2016

La Mitja de Sitges

Segundo objetivo cumplido y muy satisfactoriamente. Creía que me iba a costar más por la falta de preparación; sabía perfectamente que no iba a bajar la marca del año pasado de 1:47:33, con lo que mi objetivo era intentar no pasar de las dos horas y disfrutar al máximo; pero como me pasa casi siempre, que cuando voy con esa filosofía y me tomo la primera mitad con calma, luego comienzo a apretar y hago una segunda mitad bastante buena. A veces, más vale ir con esa mentalidad; que es lo que más efecto me está surgiendo, comenzar con la carrera con la calma, verlas venir y si luego me encuentro bien a tirar, y si no, pues a disfrutar al máximo; que para eso corro, para disfrutar, despejarme, olvidar mis preocupaciones y problemas, que bastantes problemas hay en la vida y para un momento de disfrute hay que aprovecharlo.

Así como el sábado decía que me faltaba esa motivación y que iba tan tranquilo, pues el domingo después de casi dormirme (porque con lo bien que estaba en la cama me tuvo que sonar el despertador jeje) y estar subido en el tren camino a Sitges me empezó a entrar esa cosilla que tanto echaba de menos; porque podré correr todas las cursas que sean, da igual la distancia a recorrer, pero cada vez que paso por el arco de salida me entra un no sé qué en el cuerpo. Habrá gente que no lo entienda, pero un runner lo entiende a la perfección. Y ya digo que no tiene nada que ver el estar entrenando, que el correr una cursa; porque estar rodeado de gente, el público (que aunque sea poco, pero si anima ya motiva), el ambiente y demás hace vivir la cursa; y más aún si uno va a disfrutar y no se obsesiona. Supongo que después de haber corrido tantas cursas uno empieza a disfrutarlas; porque las primeras cursas que uno corre, al menos siempre desde mi punto de vista (es mi opinión personal y cada uno opina de maneras distintas), se las toma muy a pecho, hacerlas bien, llevar un buen ritmo, ir mirando a cada kilómetro el ritmo. Pero cuando ya se llevan unas cuantas ya se va de otra manera, disfrutar, pasárselo bien, y como he dicho antes empezar suave y si luego se puede tirar pues mejor que mejor. Por eso como decía en la anterior entrada prefiero las medias antes que una cursa de 10 kilómetros; porque la de 10 Km. me la tomo demasiado en serio y no la disfruto tanto como me gustaría.

Todas estas sensaciones que tenía en el tren desaparecieron enseguida nada más bajarme del tren; porque en el tren iba calentito y a gusto; y fue bajarme y encontrarme con 10 grados de temperatura y en la costa (que con la humedad la sensación de frío es mayor). Y eso que iba con la sudadera, porque en cuanto dejé la ropa en el guardarropa y me quedé únicamente con la camiseta de la cursa (esta vez no llevaba camiseta térmica debajo, pero al menos era de manga larga), fue cuando pasé más frío. Así que después de ver llegar al primero del cuarto de maratón (antes de la media se hizo el cuarto), decidí ponerme a calentar para ver si así conseguía entrar un poco en calor, que por suerte lo conseguí; aunque eso sí, con toda la calma del mundo, ya que hasta cinco minutos antes del pistoletazo de salida, no me coloqué en mi correspondiente puesto para afrontar los 21,097 kilómetros.


Y ya, por fin se dio el pistoletazo de salida a una media maratón que hacía fuera de la ciudad de Barcelona y en la que sólo corrían 3000 personas, y a mi parecer muchísimo mejor que la cita barcelonesa; la vi más familiar, más acogedora y no tan espectacular como la de Barcelona a la que van atletas de medio mundo. Además para disfrutar la carrera es más bonito correr por una ciudad como es Sitges, que por el asfalto de Barcelona. Pues lo que iba diciendo, al pasar por el arco de salida los pelos se me pusieron de punta, y era hora de tomar contacto con la cursa, escoger un ritmo cómodo y adecuado para pasármelo en grande. La verdad que estaba ilusionado, me estaba divirtiendo y durante los primeros kilómetros empecé a tener muy buenas sensaciones. Los mocos y el catarro ya formaban parte del pasado, no me costaba respirar, y la garganta la tenía despejada; así que veía que lo pasaría bien; además correr justo por al lado de la playa o por una calle con pinos a ambos lados es algo precioso. He de decir que cuando se pasa por debajo de las vías del tren, se coge un tramo de carretera, o la zona del campo de golf se hizo un poco más aburrida; es más la zona del campo de golf me recordó mucho a la zona industrial de la maratón donostiarra. Y fue allí al final, donde se tenía que dar la vuelta (kilómetro 6,200) donde estaba la primera de las moquetas de control de tiempo, con lo que ese primer tramo pasé a 34:47 llevando un ritmo de 5:36 el kilómetro.

A partir de ese punto, tocaba volver al centro de Sitges, acabar la primera vuelta y comenzar la segunda vuelta. La suerte de este tramo, que quitando el paso por encima de la vía del tren va picando un poco la bajada y uno se puede dejar llevar para irse relajando; aunque también hay que ir con cuidado en las bajadas, no conviene envalarse mucho, porque aunque parezca mentira también cansa. Y más a la que se entra en la zona del casco viejo donde las calles son estrechas y la bajada comienza  a ser más pronunciada. Ese trozo me encantó, porque tenía su encanto; alguna gente que estaba por allí de paso se quedaban un poco alucinados al ver a un montón de locos corriendo por las calles de la zona antigua de Sitges. Eso sí, había un punto en el que había que irse con muchísimo cuidado. La bajada era bastante fuerte y ya se estaba a punto de llegar a la zona de la catedral, cuando por suerte había un par de voluntarios que estaban diciendo que había un giro brusco a la derecha y donde la bajada era aún más pronunciada (desde aquí quiero dar las gracias a todos los voluntarios por el gran trabajo realizado). Una vez ya en el paseo marítimo quedaba nada y menos para finalizar la primera vuelta. Yo iba disfrutando de lo lindo, las piernas me estaban respondiendo perfectamente y podía afrontar con muchas garantías la segunda vuelta. El paso por el Km. 10 lo hice a 54:48 y llevando este segundo tramo un ritmo de 5:16 el kilómetro. Eso quería decir que el ganador de la prueba no consiguió doblarme.

Después de pasar por el Km. 11 más o menos sobre la hora exacta, y ver que me encontraba en perfecto estado decidí que iba siendo hora de ponerse un poco más serio. Sí, hace un rato había dicho que iba a disfrutar, pero si me encuentro bien y estoy disfrutando, el poder apretar y ver como voy pasando a la gente me hace disfrutar más aún. También hay que tener que hasta llegar al kilómetro 16,800 (en la primera vuelta el 6,200), aunque no me diese cuenta iba picando la subida, aún así conseguí llevar un ritmo de 5:19 el kilómetro y pasando por dicho punto a 1:31:03. Y a partir de ahí, ver que sólo me quedaba bajada, y que no paraba de pasar a gente, y que nadie me pasase, hizo que me creciese más aún, me lo estaba pasando en grande, vamos casi mejor que el día de Reyes en el momento de abrir los regalos. Claro al llegar a la zona del casco viejo y con más bajada aún, ya decidí envalarme; estaba en los últimos 1500 metros y en estos momentos es cuando esas series que tanto odio dan su resultado, haciendo mi paso por el Km. 20,594 a 1:48:49, bajando ya de los 5 minutos el kilómetro, 4:41 minutos el kilómetro. Ya sólo me faltaba afrontar los últimos 500 metros; ahí ya lo di todo, apretando más aún. Estaba disfrutando tanto y pasándomelo tan bien (aunque también el cansancio empezaba a hacer un poco de mella) que en la recta final me desmelené del todo (hablando en sentido figurado, ya que en sentido literal es imposible jeje) y me puse a esprintar con todo lo que me quedaba consiguiendo parar el crono en 1:50:59 y haciendo estos últimos 500 metros a un ritmo de 4:16 el kilómetro.


No es que fuese mi mejor media maratón de las cuatro que he hecho hasta el momento, pero estoy totalmente satisfecho, ya que lo importante es que he disfrutado y me lo he pasado en grande, y más aún, casi sin preparación (desde que acabé la maratón de San Sebastián no le pude dedicar todo el tiempo que me hubiese gustado por cansancio, resfriado, falta de ganas...). Es más cuando estaba acabando me decía a mi mismo que esta distancia me encantaba. Es que para mí, es la distancia perfecta, porque se disfruta y no requiere tanta preparación y mentalidad como una maratón. A ver, que acabar una maratón es lo más, es un momento único, pero requiere mucha dedicación y durante esa preparación siempre hay algún momento de bajón y no es que se pase demasiado bien. Y sobretodo hay que tener la cabeza muy bien puesta. En cambio la media maratón, no se hace tan corta como una de 10 Km., se disfruta mucho más y no me exijo tanto.

Ahora, la próxima cursa el domingo que viene, de 10 kilómetros. No quiero hacerme planteamientos de como la afrontaré y todo eso. Ya como venga vendrá. Lo que tengo que hacer es disfrutar y pasármelo bien. Así que en cuanto tenga el dorsal en mi poder ya veré como me encuentro y ya contaré.

Saludos y a dejarse llevar por las piernas.

sábado, 9 de enero de 2016

Previa Sitges

Tal y como comenté el otro día, estos días iban a ser moviditos con las entradas al blog. Mañana toca correr la media maratón de Sitges, y la semana que viene la Sant Antoni de Barcelona. Aunque a veces pensandolo de cierta manera creo que me precipité un poco después de la maratón donostiarra a apuntarme tan deprisa y corriendo a tres cursas casi seguidas; vamos en diecisiete días tres cursas, dos de 10 kilómetros y una media maratón. Aunque también he de decir que en cuanto veo la propaganda de otras cursas me entran unas ganas de volverme a apuntar; porque ayer, cuando fui a buscar el dorsal y la camiseta me dieron la propaganda de la media maratón de Gavá (también otra ciudad costera) y a punto he estado de apuntarme. Pero si no lo he hecho ha sido porque quiero descansar un poquillo. Después de correr una maratón, que se dice bien pronto, el cuerpo necesita cierto descanso, y yo no se lo he dado. A ver, que para un corredor de élite que tarda unas tres horas en hacer la maratón no tiene problema; pero para alguien para mi, que soy aficionado, que lo hago por gusto, por acabar las carreras, necesito un merecido descanso. Es que, desde que corrí la maratón no he conseguido madrugar ni un día para entrenar, siempre lo he hecho por las tardes.

Bueno, voy a centrarme en la media de mañana que sino me lío a contar otras cosas y luego se hace esto interminable, por si me pongo a contar una cosa u otra. Realmente no sé como saldrá la media de mañana; el objetivo de bajar de 1:45:00 lo veo totalmente imposible; la falta de ganas, el cansancio, el catarro, etc. no me han hecho entrenar como es debido; el miércoles o jueves quise haber corrido unos 13 kilómetros y ni salí a correr. Así que yo mañana saldré a disfrutar, a correr por las calles de un pueblecito precioso de la costa barcelonesa, y cuando llegue pues llegué. La organización da hasta dos horas y media de tiempo para hacer los 21,097 Km. así que no hay problema; yo, realmente bajando de las dos horas ya me conformo.

Es curioso, pero cuanto más voy corriendo, más cursas distintas quiero hacer. Cuando me empecé a aficionar en serio a esto (allá por el 24/4/2010 fue mi primera cursa) corría en cinta, y quería repetir cursa al año siguiente. Algo más de cinco años y medio después y tras 25 cursas no quiero ver una cinta de correr ni en sueños, me gusta salir a correr por sitios nuevos, y estoy como loco por hacer cursas fuera de Barcelona. Si la tradición hubiese seguido, esta media maratón tendría que haber sido la de Barcelona el 14 de febrero; pero la media de Barcelona ya la he hecho tres veces, con lo que toca ir variando, porque por lo que puedo ver hay muchísimos sitios en los que hacen medias maratones muy cerca de Barcelona, el Prat, Gavá, Granollers, La Roca del Vallés... además que sale bastante más económico y no hay tanta aglomeración de gente; que eso también se agradece; no es lo mismo tener que estar esquivando gente y no poder llevar el ritmo a gusto, que una cursa con poca gente, con espacios y pudiendo llevar el ritmo sin ningún problema. Aunque en estas cursas largas al estirarse tanto se suelen correr bien. Pero bueno, que lo que yo quiero es correr por distintos lugares. Me haría bastante ilusión que cuando fuese a casa de mi hermano o al pueblo de vacaciones hiciesen alguna cursa por Linares o Mérida.

Volviendo a Sitges y examinando un poco el recorrido no tiene pinta de ser muy dura, quizás la zona ubicada más al norte (que está situada por encima de la antigua carretera), que es donde da comienzo la montaña y puede haber alguna pendiente un poco fuerte, pero por lo demás no tiene que haber problema, además yo ya me he entrenado en rampas y escaleras para que esto no me coja de sorpresa. De lo que sí que tengo ganas es de llegar a los kilómetros finales, que transcurren por la zona vieja, calles estrechas y típicas de pueblo catalán costero (Blanes, Sant Pol, Tossa...), y debe ser precioso correr por esas calles; no sé, es como la maratón de Barcelona cuando pasé por Portal del Ángel o la catedral. Además en Sitges tendré que pasar dos veces por ahí, ya que es un recorrido de dos vueltas. La única pega que pongo (bueno, que pueda poner) es que me hubiese gustado que la carrera acabase en la zona de la catedral. Acaba en el paseo marítimo, pero unos cuantos metros más allá; y por la zona de la catedral se pasa, pero se deja de espaldas. He de decir que en Sitges he estado unas cuantas veces (al poco de tener mi moto fue el primer destino, porque yendo desde Barcelona, hay una carretera con muchas curvas que va prácticamente pegada al mar) y me conozco el pueblo; y como hace tiempo en un reportaje de la tele vi que se hacía la media, pues esta vez decidí apuntarme.


Mañana, ya comentaré como me ha ido esta media maratón, que no sé si es porque necesito un poco más de descanso o qué, pero no voy tan motivado (antes que motivado, yo diría con tantas ganas e impaciencia) como en otras ocasiones; aunque ayer y antes de ayer me estuve mirando el recorrido y demás. Pero bueno, lo que no voy a hacer va a ser obsesionarme; yo mañana voy a ir a disfrutar y a pasármelo bien; y sobretodo a tomármelo con mucha calma, que mañana no tengo prisa para nada. Cogeré el tren tranquilamente; llegaré a Sitges, buscaré el hotel donde sirve de guardarropa, calentaré un poco y a correr. Y una vez acabe sin prisa a recoger la ropa, cambiarme y para casa; pero eso, sin prisa alguna. Que los trayectos de vuelta me encantan. Es curioso, pero de Hospitalet a Sitges hay unos 35 kilómetros y con el tren en media hora se llega. Cuando fue la cursa dels Nassos (a casi 16 kilómetros de casa), tardé una hora en llegar. Moverse por Barcelona es mucho más lento que ir hacia las afueras, quizás sea ese otro de los motivos por los que prefiero correr fuera de Barcelona.

Bueno, pues lo dicho, mañana ya contaré los acontecimientos, ahora me toca descansar y disfrutar del sábado.


Saludos y a dejarse llevar por las piernas.

miércoles, 6 de enero de 2016

La Cursa dels Nassos

Primero de todo, feliz año nuevo. Llevaba unos cuantos días sin escribir nada y también casi sin correr por diversos motivos, pero como cada año no me pierdo la última cursa del año; a punto estuve, por tercera vez desde que corro esta cursa, de no hacerla por culpa de un resfriado, pero por suerte la pude hacer. Me dio bastante por saco la mucosidad, pero al menos conseguí acabarla y sigo saliendo a correr porque aunque no escriba el día 10 de enero me voy a Sitges a correr la media maratón y el 17 de enero tengo otra cursa de 10 kilómetros por Barcelona; pero bueno, esas cursas serán en su debido momento. Ahora voy a centrarme en la última cursa del 2015, que quería haber escrito la entrada antes, pero entre una cosa y otra lo he dejado pasar... y si lo dejo pasar más se me juntan las cursas y no sé ni por donde empezar jeje.

Después de la maratón donostiarra decidí darme al menos una semana de descanso y luego volverme a preparar para las posteriores cursas; pero yo no sé lo que me pasó que supongo que sería la relajación del reto conseguido o qué, pero cuando quise ponerme de nuevo manos a la obra me costó un poquillo coger el ritmo. He de decir que después de la maratón entra un bajón brutal y poco apetece volver a salir a correr. Supongo que el cuerpo pide descanso después de haber estado cuatro meses y medio preparándome para correr los 42,195 kilómetros; y una vez conseguido ese objetivo pues como que se entra en un estado de relajación y la mente no está para muchos entrenamientos. Pero aún así yo volvía prepararme, haciendo mis series y demás. Y todo iba siguiendo su curso hasta que llegaron las fechas navideñas, mi garganta empezó a hacer el tonto y me acabé resfriando de lo lindo; hasta el punto de ver peligrar la cursa dels nassos. Por suerte más o menos me recuperé y pude hacer dicha cursa; aunque los mocos me hicieron una mala pasada. Como no había manera de expulsarlos se me hizo una bola en la garganta, con lo que la respiración se dificultaba y no podía llevar un ritmo a gusto.

En esta cursa hice algo que nunca había hecho y que siempre lo he criticado, que fue engancharme a una de las liebres para ver si conseguía hacer un buen tiempo. Hasta yo corriendo lo iba pensando, que eso no era típico en mi, que cada uno tiene que marcarse su propio ritmo y saber donde tiene sus límites; pero nada, yo, caso omiso, me enganché como una lapa a la liebre de 48 minutos y a tirar detrás de ella. ¿A tirar detrás de ella? Sólo pude aguantar los tres primeros kilómetros; ya que entre que el ritmo era fuerte y mis mocos, no pude seguir el ritmo impuesto. Así que en el paso por el Km. 3 decidí bajar el ritmo para conseguir acabar bien la cursa y no arrastrándome por el suelo. Y a partir de ese momento me arrepentí un poco de haber querido seguir un rio más fuerte que el mío, porque no quería desfondarme.

Si hay algo bueno que tiene la preparación para una maratón es que el propio cuerpo coge fondo y se vuelve más resistente; y fue esto lo que me hizo aguantar bien los 7 kilómetros restantes. No pude apretar en la segunda mitad de carrera, pero sí que pude llevar un ritmoconstante y normalito para almenos hacer menos de 50 minutos. Además que esta cursa es más festiva en plan para disfrutarla; aunque el ganador, el gran Carles Castillejo, hizo los 10 kilómetros en menos de 29 minutos, algo bestial ir a menos de tres minutos el kilómetro. Yo en cambio fui a menos de cinco minutos el kilómetro, parando el crono en 49 minutos y 16 segundos.

Aunque ha sido en esta cursa cuando me he dado cuenta que lo mio ya no son las cursas de 10 kilómetros; en estas cursas me exijo demasiado y yo me he dado cuenta que me gusta mucho más el fondo, donde llevo un ritmo mucho más suave y disfruto bastante más la carrera; no que en una de 10, me exijo llevar un ritmo fuerte, y cuando uno ha hecho ya dos maratones, pues como que no quiero tanto lio, pero en cambio quiero más distancia. No sé, pero es algo difícil dr explicar. A ver, que también podría hacer las cursas de 10 kilómetros a un ritmo suave, pero tengo una vocecilla dentro de mi, que es muy exigente y no me deja hacer más de 50 minutos porque sino se enfada, vamos, mi autoexigencia. Es por eso que prefiero aficionarme ahora al fondo y apuntarme más a las medias, que esta distancia me encanta. Por cierto, y aunque no venga a cuento, al final no me arrepentí de correr la maratón donostiarra.

Después de correr la cursa dels nassos, sigo más o menos preparándome para la media de Sitges; me va costando un poco, porque no estoy recuperado del todo de los mocos y lo dicho, me va costando un poco. Pero bueno para el domingo lo tengo claro, llevar un ritmo suave, y si tardo dos horas pues tardo dos horas, pero yo voy a ir a disfrutar y a lasármelo bien. Así que en la próxima entrada explicaré la previa, y luego ya la media. Con lo que estos días este blog estará movidito y os daré un poco el coñazo, jeje.