miércoles, 6 de enero de 2016

La Cursa dels Nassos

Primero de todo, feliz año nuevo. Llevaba unos cuantos días sin escribir nada y también casi sin correr por diversos motivos, pero como cada año no me pierdo la última cursa del año; a punto estuve, por tercera vez desde que corro esta cursa, de no hacerla por culpa de un resfriado, pero por suerte la pude hacer. Me dio bastante por saco la mucosidad, pero al menos conseguí acabarla y sigo saliendo a correr porque aunque no escriba el día 10 de enero me voy a Sitges a correr la media maratón y el 17 de enero tengo otra cursa de 10 kilómetros por Barcelona; pero bueno, esas cursas serán en su debido momento. Ahora voy a centrarme en la última cursa del 2015, que quería haber escrito la entrada antes, pero entre una cosa y otra lo he dejado pasar... y si lo dejo pasar más se me juntan las cursas y no sé ni por donde empezar jeje.

Después de la maratón donostiarra decidí darme al menos una semana de descanso y luego volverme a preparar para las posteriores cursas; pero yo no sé lo que me pasó que supongo que sería la relajación del reto conseguido o qué, pero cuando quise ponerme de nuevo manos a la obra me costó un poquillo coger el ritmo. He de decir que después de la maratón entra un bajón brutal y poco apetece volver a salir a correr. Supongo que el cuerpo pide descanso después de haber estado cuatro meses y medio preparándome para correr los 42,195 kilómetros; y una vez conseguido ese objetivo pues como que se entra en un estado de relajación y la mente no está para muchos entrenamientos. Pero aún así yo volvía prepararme, haciendo mis series y demás. Y todo iba siguiendo su curso hasta que llegaron las fechas navideñas, mi garganta empezó a hacer el tonto y me acabé resfriando de lo lindo; hasta el punto de ver peligrar la cursa dels nassos. Por suerte más o menos me recuperé y pude hacer dicha cursa; aunque los mocos me hicieron una mala pasada. Como no había manera de expulsarlos se me hizo una bola en la garganta, con lo que la respiración se dificultaba y no podía llevar un ritmo a gusto.

En esta cursa hice algo que nunca había hecho y que siempre lo he criticado, que fue engancharme a una de las liebres para ver si conseguía hacer un buen tiempo. Hasta yo corriendo lo iba pensando, que eso no era típico en mi, que cada uno tiene que marcarse su propio ritmo y saber donde tiene sus límites; pero nada, yo, caso omiso, me enganché como una lapa a la liebre de 48 minutos y a tirar detrás de ella. ¿A tirar detrás de ella? Sólo pude aguantar los tres primeros kilómetros; ya que entre que el ritmo era fuerte y mis mocos, no pude seguir el ritmo impuesto. Así que en el paso por el Km. 3 decidí bajar el ritmo para conseguir acabar bien la cursa y no arrastrándome por el suelo. Y a partir de ese momento me arrepentí un poco de haber querido seguir un rio más fuerte que el mío, porque no quería desfondarme.

Si hay algo bueno que tiene la preparación para una maratón es que el propio cuerpo coge fondo y se vuelve más resistente; y fue esto lo que me hizo aguantar bien los 7 kilómetros restantes. No pude apretar en la segunda mitad de carrera, pero sí que pude llevar un ritmoconstante y normalito para almenos hacer menos de 50 minutos. Además que esta cursa es más festiva en plan para disfrutarla; aunque el ganador, el gran Carles Castillejo, hizo los 10 kilómetros en menos de 29 minutos, algo bestial ir a menos de tres minutos el kilómetro. Yo en cambio fui a menos de cinco minutos el kilómetro, parando el crono en 49 minutos y 16 segundos.

Aunque ha sido en esta cursa cuando me he dado cuenta que lo mio ya no son las cursas de 10 kilómetros; en estas cursas me exijo demasiado y yo me he dado cuenta que me gusta mucho más el fondo, donde llevo un ritmo mucho más suave y disfruto bastante más la carrera; no que en una de 10, me exijo llevar un ritmo fuerte, y cuando uno ha hecho ya dos maratones, pues como que no quiero tanto lio, pero en cambio quiero más distancia. No sé, pero es algo difícil dr explicar. A ver, que también podría hacer las cursas de 10 kilómetros a un ritmo suave, pero tengo una vocecilla dentro de mi, que es muy exigente y no me deja hacer más de 50 minutos porque sino se enfada, vamos, mi autoexigencia. Es por eso que prefiero aficionarme ahora al fondo y apuntarme más a las medias, que esta distancia me encanta. Por cierto, y aunque no venga a cuento, al final no me arrepentí de correr la maratón donostiarra.

Después de correr la cursa dels nassos, sigo más o menos preparándome para la media de Sitges; me va costando un poco, porque no estoy recuperado del todo de los mocos y lo dicho, me va costando un poco. Pero bueno para el domingo lo tengo claro, llevar un ritmo suave, y si tardo dos horas pues tardo dos horas, pero yo voy a ir a disfrutar y a lasármelo bien. Así que en la próxima entrada explicaré la previa, y luego ya la media. Con lo que estos días este blog estará movidito y os daré un poco el coñazo, jeje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario