Centésimo trigésimo día de entrenamiento. Ya sólo me quedan diez días de entrenamiento para el gran momento. Aunque esta mañana venía corriendo para el trabajo y me ha surgido una duda ¿el día de la maratón se puede considerar como día de entrenamiento? Menudo dilema a diez días (o nueve según como se mire) del gran evento. En la pasada maratón, el día clave lo conté como centésimo cuadragésimo día de entrenamiento. Así que el domingo que viene lo consideraré como centésimo cuadragésimo día de entrenamiento y fuera dudas; que sino empiezo a darle vueltas y vueltas y no acabo; es como el huevo o la gallina ¿qué fue primero, el huevo o la gallina? Muchos dirán el huevo; sí, muy bien, pero ese huevo lo tuvo que poner alguna gallina. Pues entonces la gallina... ah, pero esa gallina tuvo que salir de algún huevo. Nos podríamos pegar hablando de esto horas y horas sin llegar a nada fijo. Aunque también puede aparecer el enteradillo de turno que salte con "eso está relacionado con la teoría de la evolución de Darwin".
Bueno a lo que voy, que sino hablo de cualquier cosa menos del running y es lo que realmente importa en este blog; bueno, aunque como he dicho tantísimas veces, esto es mi blog y escribo lo que quiero, como si me pongo a decir que "yo he venido aquí a hablar de mi libro" o sino a decir "hablemos del milenarismo... el milenarismo va a llegar... déjame hablar". Será mejor que no desvaríe, jeje. Ahora sí, después de esta nota de humor/frikismo, vuelvo a ponerme a escribir sobre la preparación, que todo esto ha venido por una duda que me ha surgido esta mañana. Dudas a parte, he de decir que ya voy notando la presencia de la maratón aquí mismo; casi cuatro meses y medio que han pasado volando, con mis dudas, que no es para menos, pero ya no hay vuelta atrás y como salga saldrá, y si me tengo que retirar en el kilómetro 24 (por decir alguno), que no me quiten lo bailado. Al menos me he pegado un viajecio a San Sebastián y habré comido unos cuantos pinchos. Pero mi objetivo es acabarla, y la acabaré, que para eso voy para allí, y me lo pasaré en grande, además que podré correr a gusto porque son pocos participantes (en comparación con la maratón de Barcelona, 19.000 inscritos); en esta entre la cursa de 10 Km., la media maratón y la maratón hacen un total de 7.000 inscritos. Así que llegaré de los últimos, pero ya lo dicen, los últimos serán los primeros, porque son los que más mérito tienen, los que tenemos que hacer un esfuerzo para completar los poco más de 42 kilómetros. Para Carles Castillejo no le costará mucho, además que es muy probable que me doble en mi primer paso por Anoeta (y yo encantado); pero para mi me costará correr más de cuatro horas para completar el recorrido que los que ganan tardan la mitad. Por eso digo que a la hora de correr una maratón todos son campeones, del primero al último por lo que nos hemos esforzado para recorrer dicha distancia. Escribiendo estas palabras ya me estoy llenando de moral, así como viendo fotos, vídeos y leyendo mis logros de principio de año.
Otro punto más de la motivación maratoniana es que ya tengo dorsal asignado para el domingo 29, a ver, que es un simple y sencillo número para cualquier otra persona, pero para mí es algo más que un número. Para mi, es un símbolo, un reto, una meta, un logro por haber conseguido un objetivo, y porque hay un largo camino hasta llegar a este momento. Vamos que para mi, el número 3597 es mucho más que un número.
Hoy me he puesto a hablar de motivaciones y demás, y realmente no me he puesto a hablar nada de mi entrenamiento de hoy. La verdad es que poca cosa puedo decir de un entrenamiento de 5 kilómetros y correr hasta el trabajo. Como lo he hecho ya tantas veces, no hay mucho que contar, vamos más de lo mismo. Quizás, decir que me he cansado un poquillo para enganchar más semáforos en verde pegando sprints. Y bueno, que salir a correr casi a las 8 de la mañana, entre semana viene siendo un poco caótico. Porque a no ser que vaya por aceras anchas hay que ir esquivando a la gente de mala manera. Algunos te ven y se apartan, les das las gracias y te las devuelven; pero hay otros que ni aún diciéndoles si me pueden dejar pasar, ni se apartan y tengo que hacer unas virguerías tremendas. Al final tendré que hacer como en la última cursa del Corte Inglés que corrí. Si en estas cursas se sale por cajones es para que nadie entorpezca el ritmo a los otros, pero hay gente que se cuela unas calles más alante y lo único que hacen es estorbar porque no valen ni para correr; porque si esas personas que no pueden ni con su alma en lugar de colarse saliesen atrás del todo no habrían estorbos; cada uno que vaya acorde con su ritmo y salga de donde le toca. Pues bueno, iba yo por la calle Aragón más o menos por el kilómetro 2, y ya iba mosquedado cansado de esquivar a los que se cuelan y van a un ritmo más lento. Pero lo que ya pudo conmigo fue cuando me encontré a un tío que era como una bola que iba sudando grasa (vamos que ya iba chorreando en el Km. 2). Vamos que me lo encontré de golpe y ya no aguanté más y le tuve que pegar un empujón y soltarle una bronca tremenda. Yo no es que suela ser así, pero llega un momento que ya estaba hasta los mismísimos; a parte que me fastidia mucho que se me interrumpa el ritmo; por eso no puedo con la gente que se cuela en los cajones de salida por no querer salir cinco o diez minutos después.
Mañana me toca hacer 19 kilómetros, mi última tirada larga antes de la maratón. Al final no será en la carretera de les Aigües, que le haremos, en otra ocasión será. Aunque creo que la próxima vez que haga dicho camino será con la bici.
Día: 130
Bueno a lo que voy, que sino hablo de cualquier cosa menos del running y es lo que realmente importa en este blog; bueno, aunque como he dicho tantísimas veces, esto es mi blog y escribo lo que quiero, como si me pongo a decir que "yo he venido aquí a hablar de mi libro" o sino a decir "hablemos del milenarismo... el milenarismo va a llegar... déjame hablar". Será mejor que no desvaríe, jeje. Ahora sí, después de esta nota de humor/frikismo, vuelvo a ponerme a escribir sobre la preparación, que todo esto ha venido por una duda que me ha surgido esta mañana. Dudas a parte, he de decir que ya voy notando la presencia de la maratón aquí mismo; casi cuatro meses y medio que han pasado volando, con mis dudas, que no es para menos, pero ya no hay vuelta atrás y como salga saldrá, y si me tengo que retirar en el kilómetro 24 (por decir alguno), que no me quiten lo bailado. Al menos me he pegado un viajecio a San Sebastián y habré comido unos cuantos pinchos. Pero mi objetivo es acabarla, y la acabaré, que para eso voy para allí, y me lo pasaré en grande, además que podré correr a gusto porque son pocos participantes (en comparación con la maratón de Barcelona, 19.000 inscritos); en esta entre la cursa de 10 Km., la media maratón y la maratón hacen un total de 7.000 inscritos. Así que llegaré de los últimos, pero ya lo dicen, los últimos serán los primeros, porque son los que más mérito tienen, los que tenemos que hacer un esfuerzo para completar los poco más de 42 kilómetros. Para Carles Castillejo no le costará mucho, además que es muy probable que me doble en mi primer paso por Anoeta (y yo encantado); pero para mi me costará correr más de cuatro horas para completar el recorrido que los que ganan tardan la mitad. Por eso digo que a la hora de correr una maratón todos son campeones, del primero al último por lo que nos hemos esforzado para recorrer dicha distancia. Escribiendo estas palabras ya me estoy llenando de moral, así como viendo fotos, vídeos y leyendo mis logros de principio de año.
Otro punto más de la motivación maratoniana es que ya tengo dorsal asignado para el domingo 29, a ver, que es un simple y sencillo número para cualquier otra persona, pero para mí es algo más que un número. Para mi, es un símbolo, un reto, una meta, un logro por haber conseguido un objetivo, y porque hay un largo camino hasta llegar a este momento. Vamos que para mi, el número 3597 es mucho más que un número.
Mañana me toca hacer 19 kilómetros, mi última tirada larga antes de la maratón. Al final no será en la carretera de les Aigües, que le haremos, en otra ocasión será. Aunque creo que la próxima vez que haga dicho camino será con la bici.
Día: 130
Distancia recorrida: 5 Km.
Distancia acumulada: 798.1 Km.Saludos y a dejarse llevar por las piernas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario