Centésimo cuarto día de entrenamiento. Lo he vuelto a conseguir... ya sólo estoy a 4 kilómetros del gran objetivo; eso sí hoy he acabado reventado, vamos que los últimos 4 o 5 kilómetros los he hecho más con el alma que con la cabeza, porque me ha afectado la barrera psicológica (o el muro como dicen los maratonianos) de los 30 kilómetros y he tenido que trabajar muchísimo con la mente. Por suerte en lugar de rendirme he conseguido tirar para adelante y acabar el entrenamiento.
Hoy era un día para tenerme que llevar la música, porque después de la semana que he pasado un poco bajo de moral no se yo como funcionaría mi mente para poder rendir como dios manda. Pero he tenido el fallo de olvidarme el reproductor de mp3 en el coche y realmente no me apetecía ir hasta el coche y cogerlo. Así que he decidido tentar a la suerte y que fuese lo que tuviese que ser. También trabajaba mi mente para poder rendir.
He de decir que los primeros 20 kilómetros los he hecho muy bien, tranquilos y con la calma. Hasta creo que he acelerado un poco más el ritmo. Al igual que la semana pasada he decidido volver a ir por el delta del Llobregat y dar un poco más de vuelta para hacer los kilómetros necesarios. Ha habido algún momento en que tenía ganas de acabar, pero por suerte he seguido tirando. Aunque cuando ya me he puesto a dar la vuelta me he empezado a dar cuenta que me costaría un poco acabar porque he comenzado a ir con la mentalidad de "madre mía todo lo que me queda por hacer". Y en estos momentos el subconsciente comienza a hacer las famosas malas pasadas. Con lo que me ha tocado tener que ir engañándolo y haciéndolo callar pensando cosas como "va, que ya queda nada y menos", "esto ya está hecho", "lo que me queda lo hice la semana pasada sin ninguna dificultad". Pero claro, mi mente, o subconsciente se da cuenta de estas cosas y aún así ha querido seguir transmitiendo negatividad.
Así que a partir del kilómetro 30 he empezado a notar la pesadez, el muro psicológico y esos últimos ocho kilómetros me han costado, por no decir los 4 o 5 últimos kilómetros que casi los he hecho arrastrándome. Es que dicen que a partir de los 30 kilómetros las reservas de energía que uno genera comiendo se gastan y es cuando se empiezan a gastar las reservas del cuerpo. De ahí que todo vaya afectando un poco, y es cuando más fuerte se ha de ser mentalmente. Y ha habido un punto en el que casi abandono, que ha sido en el mismo punto en el que hace cuatro semanas me rendí (la mente es demasiado inteligente); pero he sido fuerte y he dicho "que narices" yo tengo que acabar esto como sea, que aún me queda gasolina para rato. Gracias a eso he podido acabar el entrenamiento. Aunque eso sí hoy no sé si hubiese podido llegar hasta el final de una maratón; yo creo que sí porque para cuatro kilómetros que faltaban para los 42 se podría haber hecho un pequeño esfuerzo mas.
Al final, después de casi cuatro horas corriendo he conseguido hacer 38 kilómetros, que se dice bien pronto. Eso sí, cuando he acabado ni me podía mover de lo reventado que estaba. Me dolían hasta las pestañas. Aunque después de la ducha el cuerpo se empieza a recuperar y poco a poco va volviendo a la normalidad. También ha ayudado la pedazo comilona que me ha preparado mi mujer. Un pedazo de arroz a la cazuela con gambas y sepia. Todo esto acompañado con un pedazo de vino blanco con un sabor afrutado divino. Vamos que después de tanto esfuerzo he tenido mi recompensa.
Mañana toca un merecidísimo descanso; pero esta vez no se que tema voy a tratar. Si de aquí a mañana no se me ocurre nada creo que escribiré cuatro líneas de rigor para cumplir con la entrada diaria. Ya sé que esta semana me he saltado dos entradas, pero por eso mismo quiero escribir aunque sean cuatro líneas.
Día: 104
Hoy era un día para tenerme que llevar la música, porque después de la semana que he pasado un poco bajo de moral no se yo como funcionaría mi mente para poder rendir como dios manda. Pero he tenido el fallo de olvidarme el reproductor de mp3 en el coche y realmente no me apetecía ir hasta el coche y cogerlo. Así que he decidido tentar a la suerte y que fuese lo que tuviese que ser. También trabajaba mi mente para poder rendir.
He de decir que los primeros 20 kilómetros los he hecho muy bien, tranquilos y con la calma. Hasta creo que he acelerado un poco más el ritmo. Al igual que la semana pasada he decidido volver a ir por el delta del Llobregat y dar un poco más de vuelta para hacer los kilómetros necesarios. Ha habido algún momento en que tenía ganas de acabar, pero por suerte he seguido tirando. Aunque cuando ya me he puesto a dar la vuelta me he empezado a dar cuenta que me costaría un poco acabar porque he comenzado a ir con la mentalidad de "madre mía todo lo que me queda por hacer". Y en estos momentos el subconsciente comienza a hacer las famosas malas pasadas. Con lo que me ha tocado tener que ir engañándolo y haciéndolo callar pensando cosas como "va, que ya queda nada y menos", "esto ya está hecho", "lo que me queda lo hice la semana pasada sin ninguna dificultad". Pero claro, mi mente, o subconsciente se da cuenta de estas cosas y aún así ha querido seguir transmitiendo negatividad.
Así que a partir del kilómetro 30 he empezado a notar la pesadez, el muro psicológico y esos últimos ocho kilómetros me han costado, por no decir los 4 o 5 últimos kilómetros que casi los he hecho arrastrándome. Es que dicen que a partir de los 30 kilómetros las reservas de energía que uno genera comiendo se gastan y es cuando se empiezan a gastar las reservas del cuerpo. De ahí que todo vaya afectando un poco, y es cuando más fuerte se ha de ser mentalmente. Y ha habido un punto en el que casi abandono, que ha sido en el mismo punto en el que hace cuatro semanas me rendí (la mente es demasiado inteligente); pero he sido fuerte y he dicho "que narices" yo tengo que acabar esto como sea, que aún me queda gasolina para rato. Gracias a eso he podido acabar el entrenamiento. Aunque eso sí hoy no sé si hubiese podido llegar hasta el final de una maratón; yo creo que sí porque para cuatro kilómetros que faltaban para los 42 se podría haber hecho un pequeño esfuerzo mas.

Mañana toca un merecidísimo descanso; pero esta vez no se que tema voy a tratar. Si de aquí a mañana no se me ocurre nada creo que escribiré cuatro líneas de rigor para cumplir con la entrada diaria. Ya sé que esta semana me he saltado dos entradas, pero por eso mismo quiero escribir aunque sean cuatro líneas.
Día: 104
Distancia recorrida: 38 Km.
Distancia acumulada: 692,1 Km.
No hay comentarios:
Publicar un comentario