miércoles, 12 de agosto de 2015

Día 31... 7 Kilómetros.

Trigésimo primer día de entrenamiento. Que bien sienta volver a estar en forma, disfrutar de cada entrenamiento, no sufrir y sobretodo no tener que aguantar el bochorno barcelonés. Esto de correr en el interior lejos de la costa es una gozada; sudar lo justo y necesario, vamos lo propio que el cuerpo necesita sudar; salir de la ducha, secarme y estar seco... y no como en Hospitalet que era salir de la ducha y seguía sudando. Por eso estoy disfrutando muchísimo estos días corriendo. Eso sí lo que me sigue costando es despertarme; me gustaría algún día poder salir a eso de las 6:30... pero nada, hasta las 7:00 no consigo echarme a la calle a correr. Aunque en el fondo eso que más da, si estoy de vacaciones. Lo malo, cuando tengo que hacer tiradas largas que no empiece a apretar el calor.

Hoy, realmente no es que tenga mucha cosa que explicar, porque el entrenamiento ha sido prácticamente calcado al de ayer; comienzo tranquilo, luego ir encontrándome a gusto y acabar por todo lo grande. Eso sí muchas veces me he de controlar, porque como estoy tan bien corriendo me empiezo a embalar y luego eso puede desfondarme; pero ya son unos cuantos tiros los que tengo pegados en este mundo y por suerte sé dosificarme bien las fuerzas.

Si hay una cosa que me gusta de Mérida, es la gente como le gusta salir a la calle de buena mañana a correr, a dar su paseo matutino. También, como viene siendo habitual, en cuatro días que he salido a correr ya me voy quedando con los habituales del parque. Me pasa lo mismo que cuando salgo a correr por el parque de Hospitalet de al lado de casa. Hay un matrimonio mayor que siempre sale a dar su paseo matutino; un chico joven con un boxer precioso. Y luego hay un tío que me hace mucha gracia, va siempre sin camiseta, tiene el pecho tatuado y lleva cresta... vamos que me recuerda al Koke de la serie "La que se avecina"; este hombre tiene tres galgos (dos negros y uno blanco) y los tres perros siempre van corriendo y jugando como locos. Son historias que se podrían contar de toda la gente con la que me cruzo.

Ayer me enteré que la zona por la que yo voy a salir a correr, que yo hasta ahora le he llamado el canal, es en realidad un río que va desde el embalse de Cornalvo hasta el río Guadiana, que es donde desemboca. Según pude leer ayer durante mi visita turíscita por la alcazaba emeritense, este río en realidad es artificial, ya que se construyó para así evitar las crecidas del río Guadiana a su paso por la ciudad de Mérida. Ala, ya he dado mi lección de historia, jeje.

Mañana, aunque no lo parezca, toca día de descanso. Puedo disfrutar mucho corriendo y todo eso, pero el cuerpo también me pide descanso, y he de relajar las piernas un poquillo. Así que ya hasta el viernes no habrá entrada en el blog.

Día: 31
Distancia recorrida: 7 Km.
Distancia acumulada: 137 Km.

Saludos y a dejarse llevar por las piernas.

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