Cuadragésimo octavo día de entrenamiento. Hoy he cumplido bien mi entrenamiento, me ha costado acabarlo pero he dado la talla y me siento muy orgulloso... además esta vez sí que he acabado sintiéndome los biceps femorales, jeje. El entrenamiento de hoy se presentaba con dudas de si lo hacía, si me lo dejaba para la tarde o para mañana; porque resulta que hoy ya había quedado con mis suegros para ir a la playa; y el entrenamiento de hoy no era precisamente de poco tiempo, ni 16 kilómetros ni 19 kilómetros, sino que han sido 24 Km. que se resume a estar más de dos horas corriendo. Claro, si había quedado a las 10 de la mañana, quería decir que me tenía que levantar bien pronto para hacer mi entrenamiento; esta vez no valía perrear en la cama, ni seguir durmiendo. De ahí que me saliesen las dudas. Primero había pensado en posponerlo para esta tarde, pero a ver quien es el guapo que después de una mañana de playa y una paella se pone a correr con el calor que pega. Hasta las ocho y pico no podría ponerme, y tranquilamente me darían casi las 11 de la noche; así que esa opción descartada. Otra opción era hacer el entrenamiento mañana domingo; pero como que va a ser que no, después de un día de muchos kilómetros, lo que apetece realmente es descansar. Hasta se me ha pasado por la cabeza no ir a correr hoy, tampoco habría pasado nada, pero no hubiese estado tranquilo; quiero que los días que no entrene sea porque realmente no puedo. Así que como me he conseguido levantar pronto, y también he conseguido evacuar rápidamente me he echado la manta a la cabeza y me he ido a correr. Y tampoco iba a pasar nada si llegaba luego diez minutos tarde.
Hoy ha sido un día que realmente me ha costado acabar el entrenamiento; no sé si el no estar convencido del todo, o el calor que ha hecho de buena mañana ha podido influir en algo; o sino también el que no haya desayunado. Porque claro, una media maratón la puedo hacer sin haber comido nada y luego desayunar como los reyes; pero a partir de esa distancia creo que me va a tocar ir desayunando para aguantar mejor el entrenamiento, porque ha habido algún momento en el que me ha dolido un poco el estómago, pero eso ya ha sido en los últimos dos o tres kilómetros. También me ha ido bien cansarme así y no llevar música para comenzar a trabajar la mente dándome ánimos a mi mismo. La verdad es que me he dado cuenta que me costaría acabar el entrenamiento cuando llevaba unos 13 o 14 kilómetros, ya que veía que las piernas se me empezaban a cansar; por suerte de resistencia pulmonar he ido de maravilla. Eso sí, cuando he acabado el entrenamiento casi ni me podía mover, que mal rato he pasado (ya ni me acordaba de estos momentos en los que casi ni me podía mover, y en los que las piernas me flojeaban). Por suerte una buena ducha me ha hecho que las piernas se me calmasen, y más aún cuando he estado en la playa, bajo la sombrilla, corriendo una buena brisa y comiéndome mi plátano para recuperar la glucosa perdida. Ese momento no lo cambio por nada del mundo jeje. Y si encima después de la playa se le añade una buena paella marinera, acompañada con una ensalada bien completa, entonces eso es y ha sido el summum. Si a veces lo bueno que tiene correr es que luego puedo comer grandes cantidades de comida, y me quedo muy satisfecho.
Como decía antes los últimos 9-10 kilómetros han sido bastante durillos de hacer, quizás por el calor, el haber intentado querer llevar un buen ritmo, o que hoy era día para cansarme un poco. Yo lo atribuyo a todo un poco, pero principalmente a querer intentar llevar un buen ritmo, vamos que me he querido poner a prueba para ver si era capaz; pero he visto que lo suyo hubiese sido llevar un ritmo un pelín más suave. También inconscientemente la mente juega mucho en esto, porque hay que creérselo y tener confianza en uno mismo; esa es la base de poder hacer distancias largas. Porque claro, yo no hago un recorrido circular; yo voy y luego vuelvo por donde he venido, y lo que nunca hay que pensar es "uff, aún tengo que hacer todo este recorrido de vuelta, menudo palazo". Eso nunca, porque entonces es cuando uno se desinfla. La buena mentalidad es a la que se da media vuelta o se pasa por la mitad del entrenamiento decirse "venga va, que esto ya está hecho, me queda nada y menos". Aunque parezca mentira hace efecto pensar así. Por eso digo que la mentalidad es muy importante. Así que cuanto más monótono, repetitivo y aburrido sea el recorrido, más trabajo tendrá que hacer la mente, y luego a la hora de la verdad en la maratón entre la gente animando, el ambiente y las vistas ayudarán mucho.
Ayer dudaba que recorrido hacer hoy, si irme a la carretera de les Aigües, o bien irme hacia el río Llobregat y llegar hasta el Prat. Al final, después de muchas vueltas de cabeza (porque como ya he dicho antes esta mañana estaba bastante dubitativo) he decidido irme hacia el delta del Llobregat, a correr en paralelo al río; que ese trozo de camino me ha recordado mucho a la vía verde. No había olivos (bueno había alguno que otro, pero no de la misma clase de olivo que el jienense). Pero el tipo de camino venía a ser el mismo, más o menos de tierra con gravilla, con sus terraplenes a ambos lados y rodeado de vegetación. Pero a la que he llegado al Prat del Llobregat, mientras iba hacia el camino que rodea el aeropuerto he estado rodeado de los huertos pratenses. Esa es la parte buena de esta ruta; la parte mala son los primeros 4 o 5 kilómetros (hasta que llego al campo de fútbol del Espanyol, justo antes de cruzar el río llobregat) que voy por la zona industrial que separa Hospitalet de Cornellá y se hace un poco monótono. Eso sí, como el sábado que viene sólo he de correr 11 kilómetros, entonces sí que me iré a la carretera de les Aigües.
Mañana sí que toca un merecidísimo día de descanso después del duro día de entrenamiento. Y lo aprovecharé echando un día de fideua y piscinita (que bien me cuido jejeje). Así cojo fuerzas para el lunes, que aunque no me toque hacer series (por fin un lunes tranquilo), empezaré la semana teniendo que correr 10 kilómetros, con lo que tampoco es moco de pavo. Pero bueno, después de haber corrido hoy 24 Km. lo del lunes no será nada. Además las semanas que me tocan hacer estas distancias son las que rindo mejor.
Día: 48
Hoy ha sido un día que realmente me ha costado acabar el entrenamiento; no sé si el no estar convencido del todo, o el calor que ha hecho de buena mañana ha podido influir en algo; o sino también el que no haya desayunado. Porque claro, una media maratón la puedo hacer sin haber comido nada y luego desayunar como los reyes; pero a partir de esa distancia creo que me va a tocar ir desayunando para aguantar mejor el entrenamiento, porque ha habido algún momento en el que me ha dolido un poco el estómago, pero eso ya ha sido en los últimos dos o tres kilómetros. También me ha ido bien cansarme así y no llevar música para comenzar a trabajar la mente dándome ánimos a mi mismo. La verdad es que me he dado cuenta que me costaría acabar el entrenamiento cuando llevaba unos 13 o 14 kilómetros, ya que veía que las piernas se me empezaban a cansar; por suerte de resistencia pulmonar he ido de maravilla. Eso sí, cuando he acabado el entrenamiento casi ni me podía mover, que mal rato he pasado (ya ni me acordaba de estos momentos en los que casi ni me podía mover, y en los que las piernas me flojeaban). Por suerte una buena ducha me ha hecho que las piernas se me calmasen, y más aún cuando he estado en la playa, bajo la sombrilla, corriendo una buena brisa y comiéndome mi plátano para recuperar la glucosa perdida. Ese momento no lo cambio por nada del mundo jeje. Y si encima después de la playa se le añade una buena paella marinera, acompañada con una ensalada bien completa, entonces eso es y ha sido el summum. Si a veces lo bueno que tiene correr es que luego puedo comer grandes cantidades de comida, y me quedo muy satisfecho.
Como decía antes los últimos 9-10 kilómetros han sido bastante durillos de hacer, quizás por el calor, el haber intentado querer llevar un buen ritmo, o que hoy era día para cansarme un poco. Yo lo atribuyo a todo un poco, pero principalmente a querer intentar llevar un buen ritmo, vamos que me he querido poner a prueba para ver si era capaz; pero he visto que lo suyo hubiese sido llevar un ritmo un pelín más suave. También inconscientemente la mente juega mucho en esto, porque hay que creérselo y tener confianza en uno mismo; esa es la base de poder hacer distancias largas. Porque claro, yo no hago un recorrido circular; yo voy y luego vuelvo por donde he venido, y lo que nunca hay que pensar es "uff, aún tengo que hacer todo este recorrido de vuelta, menudo palazo". Eso nunca, porque entonces es cuando uno se desinfla. La buena mentalidad es a la que se da media vuelta o se pasa por la mitad del entrenamiento decirse "venga va, que esto ya está hecho, me queda nada y menos". Aunque parezca mentira hace efecto pensar así. Por eso digo que la mentalidad es muy importante. Así que cuanto más monótono, repetitivo y aburrido sea el recorrido, más trabajo tendrá que hacer la mente, y luego a la hora de la verdad en la maratón entre la gente animando, el ambiente y las vistas ayudarán mucho.
Ayer dudaba que recorrido hacer hoy, si irme a la carretera de les Aigües, o bien irme hacia el río Llobregat y llegar hasta el Prat. Al final, después de muchas vueltas de cabeza (porque como ya he dicho antes esta mañana estaba bastante dubitativo) he decidido irme hacia el delta del Llobregat, a correr en paralelo al río; que ese trozo de camino me ha recordado mucho a la vía verde. No había olivos (bueno había alguno que otro, pero no de la misma clase de olivo que el jienense). Pero el tipo de camino venía a ser el mismo, más o menos de tierra con gravilla, con sus terraplenes a ambos lados y rodeado de vegetación. Pero a la que he llegado al Prat del Llobregat, mientras iba hacia el camino que rodea el aeropuerto he estado rodeado de los huertos pratenses. Esa es la parte buena de esta ruta; la parte mala son los primeros 4 o 5 kilómetros (hasta que llego al campo de fútbol del Espanyol, justo antes de cruzar el río llobregat) que voy por la zona industrial que separa Hospitalet de Cornellá y se hace un poco monótono. Eso sí, como el sábado que viene sólo he de correr 11 kilómetros, entonces sí que me iré a la carretera de les Aigües.
Mañana sí que toca un merecidísimo día de descanso después del duro día de entrenamiento. Y lo aprovecharé echando un día de fideua y piscinita (que bien me cuido jejeje). Así cojo fuerzas para el lunes, que aunque no me toque hacer series (por fin un lunes tranquilo), empezaré la semana teniendo que correr 10 kilómetros, con lo que tampoco es moco de pavo. Pero bueno, después de haber corrido hoy 24 Km. lo del lunes no será nada. Además las semanas que me tocan hacer estas distancias son las que rindo mejor.
Día: 48
Distancia recorrida: 24 Km.
Distancia acumulada: 241.7 Km.
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