Cuadragésimo día de entrenamiento. Sólo me faltan cien días para la maratón; con lo rápido que han pasado estos primeros cuarenta días, el resto pasará en un abrir y cerrar de ojos. Cuando algo se hace con gusto pasa el tiempo volando, pero cuando se convierte en obsesión se sufre, se pasa mal y da la sensación que los días no pasan... y lo peor de todo es cuando uno puede llegar a tirar la toalla. Por eso mi consejo es y siempre será disfrutar, esto es un hobby, no se va a ganar ninguna carrera. ¿Qué importancia tiene tardar dos minutos más o menos? ¿Superarse a si mismo? Sí, puede satisfacer; pero se puede tener un día en el que no se rinda al 100%, se puede estar un poco bajo de forma; o incluso ese día no responden bien las piernas. Por eso yo voy a disfrutar y a pasármelo bien con el ambiente y demás; que me supero a mi mismo porque me he encontrado bien, las piernas han respondido, y he podido tirar, pues fenomenal. Que no ocurre eso; pues no pasa nada y en otra ocasión será. Precisamente ayer estuve cenando con un amigo y hablábamos de esto mismo; me estuvo enseñando páginas web donde los planes de entrenaniento eran muy complejos, casi convirtiendose en una obligación hacerlos a rajatabla. Yo, lo siento mucho, pero no soy partidario de esos planes de entrenamiento (a mi opinión están hechos para semi-profesionales). A ver, que yo sólo soy un runner aficionado, que me da igual tardar cuatro que cinco horas en hacer la maratón, y esto es mi humilde opinión. Cada uno es libre de seguir el plan de entrenamiento con el que más a gusto esté. Pero por mi forma de ser, yo voy a lo básico y a pasármelo en grande.
Después de esta charla que he pegado voy a centrarme en el entrenamiento de hoy, que realmente no hay mucho que contar. Si simplificase sería: otra vez vía verde, me ha costado un riñón despertarme, me he sentido bastante a gusto y no he querido forzar mucho porque mañana tocan otros 8 kilómetros. Más simplificado no puede estar, jeje. Como acabo de decir, esta mañana me las he visto y deseado para despertarme; anoche entre que llegué tarde a casa y me costó bastante dormirme por culpa del calor, pues me daban las tantas cuando conseguía dormirme; con lo que esta mañana se me pegaban los ojos. Yo no la consideraría noche de insomnio, porque más bien ha sido el calor, ya que a la que ha soplado algo de airecillo he caído rendido. En fin, que al final esta mañana entre que me despertaba, evacuaba y me vestía me echaba a correr a eso de las 7:35 pasadas con bastantes pocas ganas. Es que hasta que no cruzo el río Guadalimar no consigo entrar en calor... pero una vez ya puesta en marcha la maquinaria no hay quien me pare, impongo mi ritmo y quien quiera correr más, ala que tire por la vía verde hasta Almería. Pero como yo ya he dicho en tantas ocasiones soy un Carlos Sastre del fondo, marco mi ritmo y a ese ritmo voy tarde lo que tarde; lo importante es correr a gusto sin fatigarse para evitar desfondarse. Más vale empezar a un ritmo suave y luego tirar (los resultados son muy satisfactorios), que empezar fuerte y luego desfondarse y acabar arrastrándose por el suelo; tal y como me pasó cuando corrí el año pasado la Cursa dels Bombers, que empecé muy fuerte, y a partir del Km. 6 me entró flato, me desfondé y acabé sufriendo.
Bueno siguiendo con el entrenamiento de hoy, que me subo por las paredes explicando mis batallitas, teniendo en cuenta que ha sido otro entrenamiento más por la vía verde de Linares a Almería, he tenido una pequeña anécdota. Claro, al estar en un pueblo ya tengo fichado a casi todo el mundo que sale a caminar o a correr (más gente de la tercera edad que gente que ronda mi edad), al no haber gimnasio no se matan por coger una cinta estando una hora antes que abran el gimnasio, y prefieren caminar respirando aire puro, viendo amanecer por detrás del cerro iluminando los olivos. Pues eso, resulta que a la que llevaba unos tres kilómetros delante mío habría un grupo de seis o siete jubilados caminando ocupando todo el ancho del camino. Estas personas no se han percatado de mi presencia, claro, cuando he pedido permiso para pasar y los he rebasado corriendo sin pararme, a los pobrecillos les he pegado un susto jeje.
Mañana me toca hacer otra vez 8 kilómetros; pero esta vez no me iré por la vía verde; esta vez cambiaré el recorrido, ya que aunque esté lejos de casa, mañana correré acompañado. Un buen amigo que tengo en Linares y también es runner. Así que ya mañana explicaré que tal me ha ido eso de correr en compañía... pero lo que decía hace días de correr en compañía, uno se tendrá que amoldar al ritmo del otro. Por eso el running es un deporte que se practica en solitario.
Día: 40
Después de esta charla que he pegado voy a centrarme en el entrenamiento de hoy, que realmente no hay mucho que contar. Si simplificase sería: otra vez vía verde, me ha costado un riñón despertarme, me he sentido bastante a gusto y no he querido forzar mucho porque mañana tocan otros 8 kilómetros. Más simplificado no puede estar, jeje. Como acabo de decir, esta mañana me las he visto y deseado para despertarme; anoche entre que llegué tarde a casa y me costó bastante dormirme por culpa del calor, pues me daban las tantas cuando conseguía dormirme; con lo que esta mañana se me pegaban los ojos. Yo no la consideraría noche de insomnio, porque más bien ha sido el calor, ya que a la que ha soplado algo de airecillo he caído rendido. En fin, que al final esta mañana entre que me despertaba, evacuaba y me vestía me echaba a correr a eso de las 7:35 pasadas con bastantes pocas ganas. Es que hasta que no cruzo el río Guadalimar no consigo entrar en calor... pero una vez ya puesta en marcha la maquinaria no hay quien me pare, impongo mi ritmo y quien quiera correr más, ala que tire por la vía verde hasta Almería. Pero como yo ya he dicho en tantas ocasiones soy un Carlos Sastre del fondo, marco mi ritmo y a ese ritmo voy tarde lo que tarde; lo importante es correr a gusto sin fatigarse para evitar desfondarse. Más vale empezar a un ritmo suave y luego tirar (los resultados son muy satisfactorios), que empezar fuerte y luego desfondarse y acabar arrastrándose por el suelo; tal y como me pasó cuando corrí el año pasado la Cursa dels Bombers, que empecé muy fuerte, y a partir del Km. 6 me entró flato, me desfondé y acabé sufriendo.
Bueno siguiendo con el entrenamiento de hoy, que me subo por las paredes explicando mis batallitas, teniendo en cuenta que ha sido otro entrenamiento más por la vía verde de Linares a Almería, he tenido una pequeña anécdota. Claro, al estar en un pueblo ya tengo fichado a casi todo el mundo que sale a caminar o a correr (más gente de la tercera edad que gente que ronda mi edad), al no haber gimnasio no se matan por coger una cinta estando una hora antes que abran el gimnasio, y prefieren caminar respirando aire puro, viendo amanecer por detrás del cerro iluminando los olivos. Pues eso, resulta que a la que llevaba unos tres kilómetros delante mío habría un grupo de seis o siete jubilados caminando ocupando todo el ancho del camino. Estas personas no se han percatado de mi presencia, claro, cuando he pedido permiso para pasar y los he rebasado corriendo sin pararme, a los pobrecillos les he pegado un susto jeje.
Mañana me toca hacer otra vez 8 kilómetros; pero esta vez no me iré por la vía verde; esta vez cambiaré el recorrido, ya que aunque esté lejos de casa, mañana correré acompañado. Un buen amigo que tengo en Linares y también es runner. Así que ya mañana explicaré que tal me ha ido eso de correr en compañía... pero lo que decía hace días de correr en compañía, uno se tendrá que amoldar al ritmo del otro. Por eso el running es un deporte que se practica en solitario.
Día: 40
Distancia recorrida: 8 Km.
Distancia acumulada: 187.2 Km.
Saludos y a dejarse llevar por las piernas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario