martes, 11 de agosto de 2015

Día 30... 5 Kilómetros.

Trigésimo día de entrenamiento. Primer mes de entrenamiento y realmente se me ha pasado volando; vale que he estado cinco días sin poder correr, uno por los abusos del alcohol en una boda con la consecuencia de una gran resaca; y los otros cuatro por temas de salud debido al temido catarro de verano, ese que te viene sin venir a cuento por culpa de los cambios bruscos de temperatura. Pero bueno a fin de cuentas un mes de entrenamiento. De los primeros días a ver que no podía, que me fatigaba y demás; a cada día querer más. Yo ya lo he dicho muchas veces, el correr es mi droga, es lo que me hace sentir bien, tranquilo, relajado, olvidarme de todo durante el rato que estoy corriendo. Cada uno tiene su propia vía de escape y la mía es esta; y si además se le añade que estoy en buena forma, pues no hace falta decir nada más.

Ayer después de las series, vuelvo a insistir que pese a ser sólo un kilómetro es mucho más cansado; y después de todo el turismo que hice por la capital extremeña (porque ya que estoy en la pequeña Roma no voy a visitar todos los monumentos romanos... vamos sería un delito no entrar al teatro romano, visitar la cripta de la basílica de Santa Eulalia o torrarse al sol mientras se visita la alcazaba a pie del río Guadiana). Pues eso después del entrenamiento, de hacer de turista caminando por la calle a una temperatura de entre 35 y 40 grados, acabé rebentado no, lo siguiente; con lo que tenía bastante miedo para ver como me encontraba hoy para poder afrontar los 5 kilómetros. Pues bien, esta mañana me he levantado con sueño (normal en mi), pero las piernas me han respondido de fábula... bueno, al principio me ha costado un poco coger el ritmo, pero a la que he cogido el ritmo me he encontrado genial, y al ser hoy sólo 5 Km. he podido meterle caña también. Así que el último kilómetro he acelerado todavía más el ritmo, como en mis buenos tiempos de entrenamiento en los que ya 5 Km. me sabían a poco; y es que me ha pasado hoy realmente eso, que me han sabido a poco, hasta me creía que había hecho mal el camino escogido (incluso lo he comprobado antes de ponerme a escribir la entrada, y era correcto el camino). Así que esto sólo quiere decir que esoy ya en buena forma.

Como todos los runners emeritenses, evidentemente me he ido a correr por la Corchera y por la "isla" hasta el puente de Lusitania, y de allí vuelta para el inicio del recorrido, hasta así acabar recorriendo los cinco kilómetros. No sin antes desorientarme un par de veces, como ya me pasó el sábado. Es que claro entre que está amaneciendo y que voy sin gafas (las gafas que utilizo para correr me las dejé olvidadas en Hospitalet, así que me toca correr sin gafas), claro, no es que tenga mucha miopía, pero el fondo de mi visión es borroso... aunque al final la vista se me acaba adaptando. Pues eso que decía, que entre una cosa y otra me he desorientado un par de veces y he tenido que volver para atrás en el recorrido; también cuando es un recorrido que sólo he hecho una vez es normal que pase esto.

Pero seguro que mañana no me pasará cuando tenga que correr los 7 kilómetros, porque esta vez ya tendré la ruta bien estudiada y ya será la tercera vez que la haga. Mañana, también he de decir que será mi último día que corra por tierras extremeñas. Y de Extremadura tiro para Andalucía, que allí sí que tengo la ruta más estudiada, que es la vía verde, aquel trozo que hice por semana santa; quien no se acuerde le invito a que eche un vistazo a una de las entradas de abril y lo encontrará, que por aquel entonces hice unos 17 kilómetros si no me equivoco. Pero bueno, cuando esté por allí ya lo explicaré mejor.

Día: 30
Distancia recorrida: 5 Km.
Distancia acumulada: 130 Km.

Saludos y a dejarse llevar por las piernas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario