Octogésimo día de entrenamiento. Hoy voy a empezar de la misma manera que empecé la entrada del pasado 14 de enero. Son ochenta días son, ochenta nada más, para dar la vuelta al mundo. Recuerdos de la infancia en aquellas series de dibujos de los ochenta. Todo está relacionado con el ochenta. Bueno dejo ya estas coñas y me centro principalmente en el entrenamiento de ayer, porque para variar ayer dejé estar la entrada del blog; aunque también he de decir que tuve un día algo movidito, y entre la falta de ganas de escribir y la falta de tiempo, y que tampoco estaba muy inspirado que digamos, pues lo dejé estar. Así que aprovecho ahora para escribir la entrada del día. Si ayer mientras iba corriendo hasta se me pasó por la cabeza no escribir más entradas, con lo que uno ya se puede imaginar como tenía la cabeza de loca. Pero bueno, eso no ha sucedido, por suerte ayer al final del día se solucionaron todas las movidas que me vinieron durante el día.
Bueno, voy a dedicarme única y exclusivamente al entrenamiento, que no tengo ganas de hablar de mi vida personal; ya que este blog lo estoy haciendo basándome en mis experiencias como runner y lo que me puede afectar; y no he de escribir cosas que no tengan nada que ver y que no estén vinculadas con el running.
Después de esta aclaración vamos al lío. Ayer tenía que correr 13 kilómetros; con lo que no me podía quedar dormido. Y esta vez sí, lo conseguí, por fin, me ha llevado más de dos meses de entrenamiento, mejor dicho, me ha costado casi tres meses poderme despertar un día bien y salir a correr antes de las 6:00... bueno eran las 5:55, pero bueno ha sido antes de las 6:00 que es lo que importaba realmente. Y eso que por la noche me acabé durmiendo bastante tarde, pero como ya no me como la cabeza de si duermo o no, porque sé que aunque haya dormido sólo tres horas luego rindo igualmente. Al menos espero que cuando esté en San Sebastián duerma un poco, porque sino en cuanto acabe la maratón, en el viaje de vuelta me voy a qudar frito, jeje. Los días de 13 kilómetros, que van a ser unos cuantos miércoles, me encantan. Bueno, realmente hasta los 15 o 20 Km. me gusta mucho, son distancias que las disfruto realmente y aún puedo llevar un buen ritmo. En cambio cuando son distancias largas sí que las disfruto, pero tengo que irme con mucho cuidado con el ritmo a llevar para evitar que las piernas digan basta; aunque con un poco más de entreno esto se soluciona. Me gustaría mucho poder llevar un buen ritmo, pero es muy difícil, así que me lo tendré que tomar con calma y lo que dure pues duraré (me refiero a lo que tardaré en hacer la maratón).
Ayer me levanté un poco con el miedo de la lluvia, a ver, a mi me da igual correr con lluvia que sin lluvia, pero con estas distancias ya importantes no quiero arriesgarme a correr con lluvia por miedo a acatarrarme. Pero yo soy de los que con lluvia ni le hago caso a ésta, me pongo a correr a mi aire ignorando la lluvia; y cuando acabo es cuando me doy cuenta que estoy chorreando. También soy consciente que en Donosti la probabilidad que llueva el día de la maratón es bastante alta, pero más que lluvia yo diría txirimiri. Así que el cortavientos será fundamental. Volviendo al entrenamiento, por suerte ayer cuando salí a correr no llovía, pero sí que hubo algún tramo que me dio el viento de cara, y encima en los tramos en los que la acera era bastante ancha y no tenía ningún punto donde protegerme un poco del viento; con lo que me lo tuve que comer con patatas. Por lo demás no tengo mucho más que contar, ya que hice el mismo recorrido que la semana pasada de 13 kilómetros, y lo sigo diciendo, el tramo de avenida Vilanova del barrio del Gornal se me sigue haciendo pesadísimo, ya sea al principio como a mitad de entrenamiento; pero es curioso, sólo se me hace pesado si voy en sentido hacia la Gran Vía, si lo hago al revés se me hace más rápido (yo creo que dependiendo del sentido que lleve la calle se ensancha o se estrecha, jeje). También va pareciendo que voy comenzando a tener que correr con manga larga, porque las noches ya comienzan a ser bastante frescas y para comenzar a correr con manga corta, pues paso un pelín de frío. También ayer hice el entrenamiento con las zapatillas nuevas; creo que ya las voy a utilizar para todos los entrenamientos. A ver que tal van el sábado que he de hacer 16 Km. Yo creo que ya las he amoldado bien; es que se nota muchísimo la amortiguación de las zapatillas nuevas con las viejas. Yo creía que no, pero se nota y mucho. Eso sí las zapatillas viejas ahí las tendré para darle trotes y también me las llevaré a San Sebastián como calzado de repuesto.
Mañana toca hacer poca distancia, 5 kilómetros, así que si no hay ningún impedimento, haré como casi todos los viernes, ir al trabajo corriendo. Que ahora cuando hago 5 kilómetros, me sabe a poco. Que ganas tenía de decir esto de que 5 Km. me saben a poco, porque aún me acuerdo aquel 13 de Julio lo mal que lo llegué a pasar, que al tercer kilómetro ya iba que no podía más. Por eso digo, que quien le ponga dedicación consigue los objetivos que se proponga. El cuerpo humano es una máquina que cuando se le da un buen rodaje funciona a las mil perfecciones; lo malo viene con los excesos o no darle el correcto uso. Así que practicar deporte sí, pero con dos dedos de frente y sin forzarse... vamos disfrutando.
Día: 80
Bueno, voy a dedicarme única y exclusivamente al entrenamiento, que no tengo ganas de hablar de mi vida personal; ya que este blog lo estoy haciendo basándome en mis experiencias como runner y lo que me puede afectar; y no he de escribir cosas que no tengan nada que ver y que no estén vinculadas con el running.
Después de esta aclaración vamos al lío. Ayer tenía que correr 13 kilómetros; con lo que no me podía quedar dormido. Y esta vez sí, lo conseguí, por fin, me ha llevado más de dos meses de entrenamiento, mejor dicho, me ha costado casi tres meses poderme despertar un día bien y salir a correr antes de las 6:00... bueno eran las 5:55, pero bueno ha sido antes de las 6:00 que es lo que importaba realmente. Y eso que por la noche me acabé durmiendo bastante tarde, pero como ya no me como la cabeza de si duermo o no, porque sé que aunque haya dormido sólo tres horas luego rindo igualmente. Al menos espero que cuando esté en San Sebastián duerma un poco, porque sino en cuanto acabe la maratón, en el viaje de vuelta me voy a qudar frito, jeje. Los días de 13 kilómetros, que van a ser unos cuantos miércoles, me encantan. Bueno, realmente hasta los 15 o 20 Km. me gusta mucho, son distancias que las disfruto realmente y aún puedo llevar un buen ritmo. En cambio cuando son distancias largas sí que las disfruto, pero tengo que irme con mucho cuidado con el ritmo a llevar para evitar que las piernas digan basta; aunque con un poco más de entreno esto se soluciona. Me gustaría mucho poder llevar un buen ritmo, pero es muy difícil, así que me lo tendré que tomar con calma y lo que dure pues duraré (me refiero a lo que tardaré en hacer la maratón).
Ayer me levanté un poco con el miedo de la lluvia, a ver, a mi me da igual correr con lluvia que sin lluvia, pero con estas distancias ya importantes no quiero arriesgarme a correr con lluvia por miedo a acatarrarme. Pero yo soy de los que con lluvia ni le hago caso a ésta, me pongo a correr a mi aire ignorando la lluvia; y cuando acabo es cuando me doy cuenta que estoy chorreando. También soy consciente que en Donosti la probabilidad que llueva el día de la maratón es bastante alta, pero más que lluvia yo diría txirimiri. Así que el cortavientos será fundamental. Volviendo al entrenamiento, por suerte ayer cuando salí a correr no llovía, pero sí que hubo algún tramo que me dio el viento de cara, y encima en los tramos en los que la acera era bastante ancha y no tenía ningún punto donde protegerme un poco del viento; con lo que me lo tuve que comer con patatas. Por lo demás no tengo mucho más que contar, ya que hice el mismo recorrido que la semana pasada de 13 kilómetros, y lo sigo diciendo, el tramo de avenida Vilanova del barrio del Gornal se me sigue haciendo pesadísimo, ya sea al principio como a mitad de entrenamiento; pero es curioso, sólo se me hace pesado si voy en sentido hacia la Gran Vía, si lo hago al revés se me hace más rápido (yo creo que dependiendo del sentido que lleve la calle se ensancha o se estrecha, jeje). También va pareciendo que voy comenzando a tener que correr con manga larga, porque las noches ya comienzan a ser bastante frescas y para comenzar a correr con manga corta, pues paso un pelín de frío. También ayer hice el entrenamiento con las zapatillas nuevas; creo que ya las voy a utilizar para todos los entrenamientos. A ver que tal van el sábado que he de hacer 16 Km. Yo creo que ya las he amoldado bien; es que se nota muchísimo la amortiguación de las zapatillas nuevas con las viejas. Yo creía que no, pero se nota y mucho. Eso sí las zapatillas viejas ahí las tendré para darle trotes y también me las llevaré a San Sebastián como calzado de repuesto.
Mañana toca hacer poca distancia, 5 kilómetros, así que si no hay ningún impedimento, haré como casi todos los viernes, ir al trabajo corriendo. Que ahora cuando hago 5 kilómetros, me sabe a poco. Que ganas tenía de decir esto de que 5 Km. me saben a poco, porque aún me acuerdo aquel 13 de Julio lo mal que lo llegué a pasar, que al tercer kilómetro ya iba que no podía más. Por eso digo, que quien le ponga dedicación consigue los objetivos que se proponga. El cuerpo humano es una máquina que cuando se le da un buen rodaje funciona a las mil perfecciones; lo malo viene con los excesos o no darle el correcto uso. Así que practicar deporte sí, pero con dos dedos de frente y sin forzarse... vamos disfrutando.
Día: 80
Distancia recorrida: 13 Km.
Distancia acumulada: 461.5 Km.
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