Octogésimo noveno día de entrenamiento. Lo de levantarme ayer nada más sonar la alarma fue un espejismo, porque esta mañana me ha vuelto a costar una burrada salir de la cama. Bueno, costar lo que se dice costar en un principio no ha costado; porque me ha sonado la alarma, me he despertado y hasta he ido al baño, pero claro, al sonarme la alarma tan pronto y queriendo venir al trabajo corriendo pues como que podía descansar un poco más. Así que me he metido de nuevo en la cama a jugar un poco con el móvil. ¿Qué ha pasado? Pues que anoche me fui reventadísimo a la cama, y a la que esta mañana estaba jugando con el móvil los ojos se me iban cerrando. Entonces ha sido cuando me he dicho que descansaba un poco, y eso ha sido mi gran error, que luego no había manera de salir de la cama; y hasta las 7 pasadas no he salido de la cama, con lo que me ponía a correr a las 7:30 de la mañana. Y eso se ha notado una burrada en la calle, ya que toda la gente empieza a salir de sus casas para irse a trabajar y hay bastante tráfico. Vamos que hasta que no he salido de Hospitalet no me he empezado a encontrar bien debido a la masificación de gente. Claro, calles medio estrechas y con gente, no queda otra que ponerse a esquivar.
Otra cosa es que también me hubiese gustado salir como media hora antes, para así llegar tranquilamente al trabajo, hacer los estiramientos con calma y poderme lavar un poco sin prisa alguna. Pero hoy hasta las 8 no he llegado, que es la hora de entrar; por suerte en mi oficina nadie es puntual los viernes y hasta las 8:30 no suele llegar la gente. Pero ya me ha retrasado todo un poco hoy, porque también al tener bastante faena por unas cosas que había que entregar he tenido que ir con la prisa después de correr. Y yo, que después de correr me gusta ir con la calma y la tranquilidad, pues no ha podido ser así. Aún suerte que en el tiempo que he estado estirando y aseándome no ha venido nadie.
Centrándome en el entrenamiento, no sabía como reaccionaría hoy después de haber corrido ayer los 13 kilómetros. Ahora mismo noto las piernas un pelín cargadas, pero eso es lo más normal del mundo; a ver mañana que tal voy y si no muero en el intento jeje. Lo que tenía hoy más que claro era que no me iba a esforzar en hacer los 5 kilómetros y que me lo iba a tomar con toda la calma del mundo; vamos, al "trote cochinero" para así no esforzarme mucho y mañana poder rendir como toca, como un jabato que soy, como ese runner que lo va a dar todo. Eso sí, lo que sigo llevando fatal son los semáforos, que me ralentizan mucho el ritmo. Es que, desde plaza España, casi todo el tramo de Gran Vía que he hecho, a cada cruce el semáforo en rojo. Y como he dicho antes, esta ciudad se suele despertar a las 7:30 pues no he podido pasar ningún paso de peatones así de estrangis. Y eso rompe bastante el ritmo, ya se vaya suave como fuerte. Pero prefiero mil veces esto a no estar dando vueltas al parque, como hice el martes, que menudo agobio dar diez vueltas al parque. Aún no me creo cuando me aficionaba a esto (cuando me estaba preparando para mi primera media maratón) darle 15 o 17 vueltas al parque para hacer los respectivos 15 ó 17 kilómetros. Ahora sería incapaz, para comenzar que a las 9 vueltas ya perdería la cuenta; porque voy con la cabeza en otro sitio y no cuento las vueltas; y luego la monotonía de pasar tantas veces por el mismo sitio. Bueno antes podía correr tranquilamente 10 kilómetros en una cinta y ahora no las quiero ver ni en pintura, se corre mucho mejor dándome el aire que no de cara a una pared o viendo a los cuatro ciclados de turno queriéndose hacer los machitos intentando levantar un montón de peso y luego mirándose al espejo como si les hubiese crecido el músculo. Pero bueno, cuando uno empieza a correr experimenta con todo esto y hasta que no encuentra su "armonía" o su bienestar no para. Es como el que tiene en mente hacer en algún momento de su vida la maratón, la acabará haciendo.
Mañana día clave importantísimo. Una prueba de fuego para saber si llevo bien el entrenamiento o las pasaré canutas. En un principio me voy a mover por un terreno llano, con un buen calzado e intentaré llevar un ritmo lo más suave posible para que no me afecte y pueda hacerlo todo. Hace dos semanas conseguí hacer cuatro kilómetros más que hace cuatro semanas. Mañana, en cuanto pase de los 30 tendré que evitar que se me forme el muro. Así que no me quedará otra que ponerme buena música y llevar una mentalidad positiva; y sobretodo, lo más importante, no tenenr ninguna prisa en acabar. Eso ya lo contaré no sé si mañana, el domingo o el lunes (el que avisa no es traidor jeje).
Día: 89
Otra cosa es que también me hubiese gustado salir como media hora antes, para así llegar tranquilamente al trabajo, hacer los estiramientos con calma y poderme lavar un poco sin prisa alguna. Pero hoy hasta las 8 no he llegado, que es la hora de entrar; por suerte en mi oficina nadie es puntual los viernes y hasta las 8:30 no suele llegar la gente. Pero ya me ha retrasado todo un poco hoy, porque también al tener bastante faena por unas cosas que había que entregar he tenido que ir con la prisa después de correr. Y yo, que después de correr me gusta ir con la calma y la tranquilidad, pues no ha podido ser así. Aún suerte que en el tiempo que he estado estirando y aseándome no ha venido nadie.
Centrándome en el entrenamiento, no sabía como reaccionaría hoy después de haber corrido ayer los 13 kilómetros. Ahora mismo noto las piernas un pelín cargadas, pero eso es lo más normal del mundo; a ver mañana que tal voy y si no muero en el intento jeje. Lo que tenía hoy más que claro era que no me iba a esforzar en hacer los 5 kilómetros y que me lo iba a tomar con toda la calma del mundo; vamos, al "trote cochinero" para así no esforzarme mucho y mañana poder rendir como toca, como un jabato que soy, como ese runner que lo va a dar todo. Eso sí, lo que sigo llevando fatal son los semáforos, que me ralentizan mucho el ritmo. Es que, desde plaza España, casi todo el tramo de Gran Vía que he hecho, a cada cruce el semáforo en rojo. Y como he dicho antes, esta ciudad se suele despertar a las 7:30 pues no he podido pasar ningún paso de peatones así de estrangis. Y eso rompe bastante el ritmo, ya se vaya suave como fuerte. Pero prefiero mil veces esto a no estar dando vueltas al parque, como hice el martes, que menudo agobio dar diez vueltas al parque. Aún no me creo cuando me aficionaba a esto (cuando me estaba preparando para mi primera media maratón) darle 15 o 17 vueltas al parque para hacer los respectivos 15 ó 17 kilómetros. Ahora sería incapaz, para comenzar que a las 9 vueltas ya perdería la cuenta; porque voy con la cabeza en otro sitio y no cuento las vueltas; y luego la monotonía de pasar tantas veces por el mismo sitio. Bueno antes podía correr tranquilamente 10 kilómetros en una cinta y ahora no las quiero ver ni en pintura, se corre mucho mejor dándome el aire que no de cara a una pared o viendo a los cuatro ciclados de turno queriéndose hacer los machitos intentando levantar un montón de peso y luego mirándose al espejo como si les hubiese crecido el músculo. Pero bueno, cuando uno empieza a correr experimenta con todo esto y hasta que no encuentra su "armonía" o su bienestar no para. Es como el que tiene en mente hacer en algún momento de su vida la maratón, la acabará haciendo.
Mañana día clave importantísimo. Una prueba de fuego para saber si llevo bien el entrenamiento o las pasaré canutas. En un principio me voy a mover por un terreno llano, con un buen calzado e intentaré llevar un ritmo lo más suave posible para que no me afecte y pueda hacerlo todo. Hace dos semanas conseguí hacer cuatro kilómetros más que hace cuatro semanas. Mañana, en cuanto pase de los 30 tendré que evitar que se me forme el muro. Así que no me quedará otra que ponerme buena música y llevar una mentalidad positiva; y sobretodo, lo más importante, no tenenr ninguna prisa en acabar. Eso ya lo contaré no sé si mañana, el domingo o el lunes (el que avisa no es traidor jeje).
Día: 89
Distancia recorrida: 5 Km.
Distancia acumulada: 515.3 Km.
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