Cuadragésimo noveno día de entrenamiento. Ni yo me creo el poder de recuperación que tiene mi cuerpo. A los que me siguen diariamente se podrán acordar que ayer cuando acabé de correr no podía ni mover las piernas, que no sabía si eran mías o del vecino. Pero después de comer me eché un rato a dormir y al despertarme ya casi estaba recuperado; y esta mañana ni agujetas, ni cansancio ni nada. Así que eso quiere decir que el entrenamiento está dando sus frutos. Aguanto 24 kilómetros corriendo y tengo una recuperación muy rápida. Ahora me veo capaz de ir evolucionando; cosa que hace un par de semanas dudaba.
Bueno, aunque hoy dije que hablaría del ritmo cardíaco. No es que sea un experto en este tema, pero la experiencia y el saber conocer mi cuerpo me ayudará a dar algunos consejillos para evitar sustos graves.
Cada persona tiene su propia frecuencia cardíaca (FC), frecuencia cardíaca de reposo (FCR), y frecuencia cardíaca máxima (FCM). Pongo las siglas para así no tener que ir escribiendo siempre lo mismo y que el tema se haga muy repetitivo.
Primero de todo explicaré a partir de mi experiencia lo que es cada uno de estos conceptos, para que quien no lo sepa se pueda familiarizar un poco.
- Frecuencia cardíaca (FC): Esto es la cantidad de pulsaciones por minuto mientras se está haciendo vida normal. Parado en casa, mientras uno se mueve un poco y demás. Vamos lo cotidiano sin hacer ningún tipo de esfuerzo. Normalmente, lo ideal es estar entre 60 y 70 pulsaciones por minuto. Aunque hay gente (sobretodo los deportistas) que su frecuencia cardíaca es más baja.
- Frecuencia cardíaca de reposo (FCR): Esto es la cantidad de pulsaciones por minuto que se tienen cuando se está en completo reposo. El momento ideal para tomarse las pulsaciones en reposo es justo al acabar de despertarse. La FCR, evidentemente, será más baja que la FR. Hay deportistas que llegan a tener la FCR entre las 40 y las 50 pulsaciones por minuto.
- Frecuencia cardíaca máxima (FCM): Esto es la cantidad de pulsaciones por minuto máximas que puede dar una persona de si. Si se sobrepasa esa cantidad de pulsaciones por minuto se puede llegar a tener alguna enfermedad cardíaca. Así que ¡ojo! No intentéis sobrepasar la FCM. La FCM va variando dependiendo la edad de cada persona. A raíz de que una persona se va haciendo mayor la FCM va disminuyendo.
A medida que se va practicando más deporte hace que la FC y la FCR disminuirá; con lo que ayudará a disminuir el riesgo de padecer alguna enfermedad cardíaca (aunque esto nunca se sabe, cada cuerpo es como es). La FC es muy fácil de saber. Primero de todo hay que buscarse el pulso cardíaco; los dos puntos más fáciles donde uno se puede encontrar el pulso es en la muñeca y en el cuello (la yugular). Una vez localizado el pulso contar las pulsaciones durante 15 segundos (siempre empezando por 0... vamos 0, 1, 2...). Las pulsaciones obtenidas durante esos 15 segundos, se multiplican por 4 y se obtiene la FC.
Hay que saber que la FCM nunca se va a conseguir hacer aumentar; ya que cada persona tiene un tope. Y como ya he dicho antes este tope con el paso de los años va bajando. Según he leído por alguna página de internet la FCM cada año va disminuyendo una pulsación (todo esto siempre hablando en términos medios). La manera de calcular la FCM es hacer el siguiente cálculo: 220-EDAD=FCM. Vamos que si yo tengo 35 años 220-35=185. Con lo que mi FCM será de 185 pulsaciones por minuto. Como ya he dicho hace un momento, este cálculo es orientativo. Y cada persona tiene unas capacidades distintas.
Una vez comentados estos conceptos hay que saber que a la hora de correr una cursa si alguien no lleva pulsómetro ha de conocerse bien el cuerpo y a la que se va notando fatiga quiere decir que va demasiado acelerado y lo suyo es bajar el ritmo. Así en el caso contrario si uno se siente demasiado cómodo puede incluso apretar un poco más el ritmo (por eso lo suyo es siempre empezar una cursa suave y luego apretar para evitar desfondarse). Si se lleva pulsómetro pues es más fácil de controlar si hay que apretar más o mejor bajar el ritmo para llegar bien al final.
¡Advertencia! Hay que tener en cuenta que no somos héroes ni somos corredores profesionales. Con lo que si se nota fatiga hay que bajar el ritmo; y si bajando el ritmo se sigue notando fatiga hay que parar. No es ningún fracaso abandonar a tiempo una cursa. Ya que nuestra cursa más importante que tenemos es la vida, y ésta sí que no hay que abandonarla. Siempre se puede tener un mal día, que no estemos finos al 100% por muchos motivos. Así que una retirada a tiempo es la mejor victoria. No vamos a ser campeones de una cursa, ni nos van a dar un premio. Por eso digo que hay que conocerse bien el cuerpo y cuando es necesario y no guste mucho hay que parar. Mi meta para el 15 de Marzo es acabar la maratón, pero si al Km. 30 no puedo más, pararé y sintiéndolo mucho me iré para mi casa.
Día: 49
Bueno, aunque hoy dije que hablaría del ritmo cardíaco. No es que sea un experto en este tema, pero la experiencia y el saber conocer mi cuerpo me ayudará a dar algunos consejillos para evitar sustos graves.
Cada persona tiene su propia frecuencia cardíaca (FC), frecuencia cardíaca de reposo (FCR), y frecuencia cardíaca máxima (FCM). Pongo las siglas para así no tener que ir escribiendo siempre lo mismo y que el tema se haga muy repetitivo.
Primero de todo explicaré a partir de mi experiencia lo que es cada uno de estos conceptos, para que quien no lo sepa se pueda familiarizar un poco.
- Frecuencia cardíaca (FC): Esto es la cantidad de pulsaciones por minuto mientras se está haciendo vida normal. Parado en casa, mientras uno se mueve un poco y demás. Vamos lo cotidiano sin hacer ningún tipo de esfuerzo. Normalmente, lo ideal es estar entre 60 y 70 pulsaciones por minuto. Aunque hay gente (sobretodo los deportistas) que su frecuencia cardíaca es más baja.
- Frecuencia cardíaca de reposo (FCR): Esto es la cantidad de pulsaciones por minuto que se tienen cuando se está en completo reposo. El momento ideal para tomarse las pulsaciones en reposo es justo al acabar de despertarse. La FCR, evidentemente, será más baja que la FR. Hay deportistas que llegan a tener la FCR entre las 40 y las 50 pulsaciones por minuto.
- Frecuencia cardíaca máxima (FCM): Esto es la cantidad de pulsaciones por minuto máximas que puede dar una persona de si. Si se sobrepasa esa cantidad de pulsaciones por minuto se puede llegar a tener alguna enfermedad cardíaca. Así que ¡ojo! No intentéis sobrepasar la FCM. La FCM va variando dependiendo la edad de cada persona. A raíz de que una persona se va haciendo mayor la FCM va disminuyendo.
A medida que se va practicando más deporte hace que la FC y la FCR disminuirá; con lo que ayudará a disminuir el riesgo de padecer alguna enfermedad cardíaca (aunque esto nunca se sabe, cada cuerpo es como es). La FC es muy fácil de saber. Primero de todo hay que buscarse el pulso cardíaco; los dos puntos más fáciles donde uno se puede encontrar el pulso es en la muñeca y en el cuello (la yugular). Una vez localizado el pulso contar las pulsaciones durante 15 segundos (siempre empezando por 0... vamos 0, 1, 2...). Las pulsaciones obtenidas durante esos 15 segundos, se multiplican por 4 y se obtiene la FC.
Hay que saber que la FCM nunca se va a conseguir hacer aumentar; ya que cada persona tiene un tope. Y como ya he dicho antes este tope con el paso de los años va bajando. Según he leído por alguna página de internet la FCM cada año va disminuyendo una pulsación (todo esto siempre hablando en términos medios). La manera de calcular la FCM es hacer el siguiente cálculo: 220-EDAD=FCM. Vamos que si yo tengo 35 años 220-35=185. Con lo que mi FCM será de 185 pulsaciones por minuto. Como ya he dicho hace un momento, este cálculo es orientativo. Y cada persona tiene unas capacidades distintas.
Una vez comentados estos conceptos hay que saber que a la hora de correr una cursa si alguien no lleva pulsómetro ha de conocerse bien el cuerpo y a la que se va notando fatiga quiere decir que va demasiado acelerado y lo suyo es bajar el ritmo. Así en el caso contrario si uno se siente demasiado cómodo puede incluso apretar un poco más el ritmo (por eso lo suyo es siempre empezar una cursa suave y luego apretar para evitar desfondarse). Si se lleva pulsómetro pues es más fácil de controlar si hay que apretar más o mejor bajar el ritmo para llegar bien al final.
¡Advertencia! Hay que tener en cuenta que no somos héroes ni somos corredores profesionales. Con lo que si se nota fatiga hay que bajar el ritmo; y si bajando el ritmo se sigue notando fatiga hay que parar. No es ningún fracaso abandonar a tiempo una cursa. Ya que nuestra cursa más importante que tenemos es la vida, y ésta sí que no hay que abandonarla. Siempre se puede tener un mal día, que no estemos finos al 100% por muchos motivos. Así que una retirada a tiempo es la mejor victoria. No vamos a ser campeones de una cursa, ni nos van a dar un premio. Por eso digo que hay que conocerse bien el cuerpo y cuando es necesario y no guste mucho hay que parar. Mi meta para el 15 de Marzo es acabar la maratón, pero si al Km. 30 no puedo más, pararé y sintiéndolo mucho me iré para mi casa.
Día: 49
Distancia recorrida: 0 Km.
Distancia acumulada: 263,7 Km.
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