Trigésimo día de entrenamiento. Ya hace un mes que comencé el entrenamiento, y lo que yo creía que me costaría mucho aguantar el ritmo de entrenar cinco días por semana, o el llegar a entrenar hasta tres días seguidos, que no me llegase a recuperar a tiempo; pues no ha sido así. Parece ser que mi cuerpo se ha adaptado perfectamente a este ritmo de entrenamiento. De momento después de los días que más esfuerzo he hecho me he recuperado perfectamente. He tenido alguna vez unas poquillas agujetas, pero nada del otro mundo; vamos, que en ningún momento me ha impedido seguir con mi plan de entrenamiento. Estoy hasta por decir que me siento más cómodo cuando entreno, que cuando no entreno; porqué el día que no entreno me noto más revolucionado y duermo fatal, como si mi cuerpo me estuviese pidiendo movida.
Por el entrenamiento de hoy, tampoco es que tenga mucha cosa que contar. Lo de siemprede un entrenamiento de 5 kilómetros, muy cómodo, no se me ha hecho nada pesado. En fin, que ya es un mecanismo para tener la máquina en funcionamiento y que no se oxide.
Aunque hoy casi ni puedo hacer el entrenamiento; y era un tema al que llevaba varios días dándole vueltas. Por ciertas circunstancias hoy, a las 7:30 pasadas tenía que estar en un recado. Claro, esto me rompía mis planes de entrenamiento, con lo que se me planteaban varias opciones. La primera era hoy no entrenar, como solamente tenía que correr 5 kilómetros, no pasaría absolutamente nada si no corría; pero claro, si hoy no hubiese entrenado me habría quedado con esa cosa, y además luego vendría la temida noche, que al no haber entrenado a saber cuando me hubiese dormido. Otra opción que tenía era hacerlo esta tarde cuando plegase de trabajar; aunque esta opción, para mi, también tiene sus inconvenientes: el principal de ellos es que al entrenar por la tarde si luego he de entrenar a la mañana siguiente me cuesta mucho más porque no estoy del todo recuperado. Y el otro inconveniente, que realmente no es un inconveniente, era que a mi por la tarde después de trabajar me da mucha pereza ponerme a correr (yo soy de los que prefiere hacer la actividad física por la mañana; aunque cuando estuve por Santiago de Chile iba a correr por las tardes). La última opción, que se me ocurrió ayer, era despertarme más temprano, para que así me diese tiempo a entrenar y poder hacer el compromiso de después. Con lo que hoy a las 5:30 de la mañana ya estaba en la calle dándole a las piernas su ración diaria de running (llamadme loco, masoca o lo que queráis... pero cuando uno tiene una pasión hace este tipo de cosas).
Mañana vuelta a la "normalidad" de entrenamiento, y para no perder la costumbre, después de 5 Km. toca correr 7 kilómetros.
Día: 30
Distancia recorrida: 5 Km.
Distancia acumulada: 152 Km.
No hay comentarios:
Publicar un comentario