sábado, 29 de noviembre de 2014

Día 34... 19 Kilómetros

Trigésimo cuarto día de entrenamiento. Hay días en los que o bien las piernas no responden, o bien el cuerpo se siente cansado, o muchas cosas que se juntan y hace que no se pueda rendir como es debido, y por prudencia es mejor parar que forzar la máquina y que acabe pasando una desgracia. A veces es mejor parar. No es ningún fracaso ni mucho menos, es sólo una medida de prudencia, que mejor que pase ahora y no el día de la maratón. Pues eso me ha pasado hoy, no sé si ha sido por el cansancio, por ir a entrenar en el gimnasio y por culpa de la monotonía conllevase a esto; o bien porque hoy no era mi día más idóneo para entrenar.

Debido a la lluvia y al viento, y por no ir a entrenar a la carretera de les Aigües, que seguro que estaría toda enfangada, haría frío, viento, lluvia. Pues he decidido ir al gimnasio a hacer mi sesión de 19 kilómetros. Tampoco era plan de estar dos horas bajo la lluvia para resfriarme y estar una semana sin poder entrenar. Pero claro no he contado con que me pasase lo que me ha pasado hoy.

He de decir que correr en cinta es una cosa bastante monótona y aburrida. Para hacer una sesión de 20 minutos o media hora aún, pero para una sesión de dos horas ya es excesivo. Y de eso me he dado cuenta cuando al cabo de una hora (unos 10 u 11 kilómetros recorridos) me he empezado a notar fatigado y me he visto obligado a bajar el ritmo; y ya más o menos sobre el Km. 13 o 14 me he visto en la obligación de tener que parar porque veía que si seguía iba a acabar muy mal. También he de decir que las cintas de correr van más deprisa de lo que realmente marcan; vamos que si en la máquina marca la velocidad de 10 Km/h realmente la cinta va más deprisa; y creo que eso ha hecho que me fuese desfondando.

Así que no me ha quedado más remedio que parar, y plantearme si vale la pena correr tanta distancia sobre la cinta. Con lo que para la próxima ya puede estar diluviando que iré a mi propio ritmo corriendo al aire libre. Porque luego para recuperarme me ha costado bastante. No quiero pensar que hubiese pasado si hubiese seguido hasta acabar; quizás estuviese ahora en urgencias (eso nunca que sabe; pero más vale prevenir y cuerpo sólo tenemos uno). Por eso hay que conocerse bien el cuerpo y al mínimo síntoma de fatiga o bien parar, o aflojar el ritmo. No vamos a ser ningunos héroes por acabar un entrenamiento si eso nos va a llevar un mal rato.

Si he de sacar una cosa buena de haber ido al gimnasio a correr es que después de correr me he ido directito al jacuzzi y luego a la sauna.

Espero que el "sobreesfuerzo" que he hecho hoy no me pase factura, porqué de momento me noto las piernas algo cargadas.

También, en parte, me siento bastante satisfecho por cómo me estoy tomando el no haber podido acabar el entrenamiento hoy. Hace unos meses o un año, si esto me hubiese sucedido me estaría comiendo la cabeza, castigándome yo mismo y hasta fustigándome. Por suerte, ya no es así. No hay que darle importancia a cosas que no son tan prescindibles, como un hobbie o una pasión. Hay cosas más importantes en la vida, que comerse la cabeza por un simple entrenamiento inacabado (ni yo mismo me lo creo estar reaccionando así).

En fin, que mañana toca descansar, recuperarse y el lunes será una nueva semana de entrenamiento. Y la entrada de mañana la dedicaré a la música. Lo importante que puede ser para amenizar el entrenamiento.

Día: 34
Distancia recorrida: 19 Km.
Distancia acumulada: 183 Km.

Saludos y a dejarse llevar por las piernas.


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